Por Aarón Guerrero
Twitter: @ElGuerreroAaron
Mucho se dice cuando llega un técnico o jugador nuevo al fútbol mexicano, que se tiene que adaptar ya sea a la altura, al pasto, al equipo, que no triunfará porque no conoce el medio, entre muchos dimes y diretes que se mencionan apenas se hace oficial el arribo de alguien a nuestro fútbol, Larcamón ha demostrado que con trabajo esos pensamientos se pueden romper.
Puebla además de tener, una vez más, buenos resultados este torneo, demuestra que llevando el equipo de fútbol con un plan deportivo bien trazado se pueden lograr cosas importantes.
Juan Máximo Reynoso dejó las bases de este Puebla bien sólidas luego de lo que había dejado José Luis Sánchez Solá, un equipo que se defiende bien, es fuerte desde atrás y a base de contragolpes ataca a su rival en espacio largo para capitalizar los partidos, el peruano encontró la fortaleza del conjunto mediante e juego de cada uno de los jugadores, hizo equipo.
Nicolás Larcamón lo más rescatable que hizo fue precisamente eso, encontrar las fortalezas que había dejado el técnico anterior y fortalecerlas al máximo punto.
Las claves
Desde su línea de 3 defensores fue donde el equipo de Larcamón encontró la estabilidad para todo, con Reyes y Corral ganar las espaldas de los mediocampistas contrarios y generar superioridad junto a los dos contenciones, sea Salas, Aguilar, De Buen o Gularte, encontrar la estabilidad en el medio campo para tener su labor de destructor y creativo fue fundamental.
Sin embargo, lo que hizo aún más contundente al equipo fue el tener a dos media punta que le puedan generar oportunidades en espacio largo y poder complementarse junto a Ormeño, el gran trabajo de Omar Fernández y Tabó le dio muchos goles al enfranjado.
Los 25 goles a favor y llevarse el tercer lugar de la competencia no es casualidad, sin excusas Larcamón vino a hacer a Angelópolis, con juventud y la libreta en mano el argentino ha dejado huella de su trabajo, al menos en temporada regular