EL GAFETE | ¿Qué pasaría si hubieran votado «Sí»?

Manuel Zepeda (@MZepeda77)
Especial para Deportres

Dicen que el «Hubiera» no sirve o no existe en un mundo real y es cierto de cualquier modo, pues no queda más que imaginar lo que nunca pasó o nunca sucederá. Solo el presente es tan verídico por este largo confinamiento contra un enemigo microscópico.
Y bueno… Después de este comienzo filosófico/romántico (inspirado en las letras de Mario Benedetti), hay que ir al tema. Jugar a los «Hubieras» otra vez, pero aprovechando la serie animada que está de moda en la plataforma de Mickey Mouse: «What If…?».
Vayamos al verano de 2016, cuando los entonces San Diego Chargers y otros grupos impulsaron la Iniciativa de Estadio de Fútbol y Ampliación de Centro de Convenciones en East Village, a la altura de Petco Park. La llamada «Measure C» que sería la futura casa del «Equipo del Rayo» y su permanencia en la región por muchos años más.
El proyecto, cuyo costo inicial sería de mil millones de dólares, consistía en que los impuestos hoteleros completarían el pago de su construcción hasta el último centavo; el resto sería entre NFL, Chargers, patrocinadores y donantes voluntarios. Los electores dirían «Sí» o «No» el 8 de noviembre de ese año.
El «Yes On C» necesitaba del 66.66% en adelante para que la iniciativa fuera aprobada. La realidad que ganó el «No On C» con el 56.36, sobre los positivos que se quedaron en 43.64.
¿Y qué fue lo que pasó? Lo que ya sabemos.
Un ambicioso Dean Spanos supo desmotivar a la afición sandieguina cuando intentó adelantar su mudanza a Los Ángeles (impedida por NFL), una campaña electoral muy desabrida y llena de «grilla», nulo apoyo del alcalde Kevin Faulconer (tampoco de los Padres, ni siquiera de Sockers o Gulls), derrotas que debieron ser victorias, una «rara» marca de 3-6 antes de la elección y un Qualcomm Stadium con las peores entradas en tanto tiempo. Sin contar que los Raiders «pintaron de negro» el graderío en diciembre.
Fue un amargo adiós después de 56 temporadas…
Al ver un capítulo de «What If…?» me puse a pensar: «¿Qué hubiera pasado si ganaba el ‘Sí’?»

  • Estamos en 2021 y, con seguridad, el nuevo estadio sería inaugurado este año. Conociendo las trabas políticas de siempre (porque no solo sucede en México), la construcción del estadio hubiera tardado al menos 4 ó 5 años. Basta recordar que Petco Park tardó 5 años y medio en ser estrenado.
  • Domingo 19 de septiembre de 2021 hubiera sido la fecha del primer evento oficial de NFL, con el duelo entre San Diego Chargers y Dallas Cowboys (el «America’s Team» como visitante, ni más ni menos).
  • Miles de personas estarían en pleno Tailgate con esos atrayentes olores a barbecue, hamburguesa, hot dogs, pollo a la parrilla y carne asada para la taquiza. Claro, no puede faltar agua helada de cebada con piquete.
  • Se estaría hablando de ofrecer a San Diego la sede del Super Bowl en 2023 ó 2024, como también de albergar el Draft NFL o hasta el Pro Bowl.
  • Las Selecciones Nacionales de México y Estados Unidos agregarían al nuevo lugar como parte de sus respectivos “MoleTours”.
  • FIFA preguntaría si estaría clasificado para algunos partidos de Copa del Mundo.
  • CONCACAF lo sumaría para la siguiente Copa Oro.
  • The Rolling Stones, Paul McCartney, Madonna, Coldplay, U2, BTS o Taylor Swift estarían muy interesados en hacer conciertos ahí… Incluso Los Bukis preguntarían por la renta.
  • Una franquicia de MLS y magnos eventos de WWE, AEW, UFC o de boxeo con “Canelo” de por medio.
  • San Diego Comic Con estaría garantizado de por vida.
    En fin, la cantidad de “Hubieras” crecería y lo mejor es detenerse por ahora. Eso de “imaginar cosas ching…” (como propone Javier “El Influencer”) es muy bonito, pero uno se puede caer en el vuelo sin “parachute” (como dicen en Acapulco).
    Todo esto pasaría si hubieran votado por un “Sí”, pero “No”.

1 comentario

  1. Juan Antonio Pitones

    Interesante historia de lo que pudo ser otro destino para aquellos San Diego Super Chargers, de hecho lo más difícil estaba hecho con la tremenda transformación del centro de San Diego y ese estadio hubiera sido la cereza del pastel.
    Ha sido, por el contrario, un «What if…?» que convirtió a los SoCal Chargers en un equipo gitano, que no logra mayorías en el aforo del SoFi (no lo hacían desde el estadio de Carson) y que quizá solamente logre un arraigo en su nueva casa con un campeonato que deslumbrar a aquellos angelinos que no apoyan ni a Rams, ni a Bruins ni a Trojans.
    Anyway, in Herbert we trust!

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