La defensa del campeonato de Champions League obtenido la temporada pasada por Real Madrid comenzó con el pie derecho. Los Merengues, sin contratiempos y sin desesperaciones, derrotaron 3-0 al Celtic en Glasgow para así seguir con el inicio de ensueño, con paso perfecto en LaLiga y en su presentación europea.
La noche en Glasgow se fue pintando poco a poco de blanco, aunque este martes vestidos de negro. Si bien sufrieron la baja por lesión al minuto 30 de Karim Benzema, los de Carlo Ancelotti demostraron que sin el francés también saben vivir y sacar triunfos importantes como el de este día ante Celtic.
Ancelotti tuvo que echar mano de Eden Hazard para suplir a Benzema, el belga no tuvo más que aprovechar la oportunidad que se le presentó para mostrar que puede empezar a tener un rol un poco más protagónico en el equipo ante dos años de lesiones, aunque en su primera jugada clara se comió un gol en el área chica al rebanar la pelota.
Fue hasta el segundo tiempo que el Madrid se encaminó a la victoria de visitante. El primer gol tuvo el selló de la casa, un contragolpe por derecha y con un pase largo de Valverde hacia Vinicius y este dentro del área cruzó al arquero.
El Celtic ya no tuvo reacción, aguantó 56 minutos a un Madrid que cuando se decidió a meter el acelerador ya no hubo forma que lo detuvieran.
La segunda diana de los Merengues fue una joya, una obra de arte de Modric, que recortó dentro del área y tiró de tres dedos para mandar guardar el esférico. El campeón estaba dando un golpe en la mesa desde el inicio del torneo.
La cereza en el pastel de festejo del Madrid fue el tercer tanto obra de Hazard, su primera en Champions desde noviembre del 2020. Ancelotti podría empezar a considerarlo más para saber si su actuación de hoy es una certeza y no mera casualidad.