Una larga investigación del ente rector del deporte colegial sobre el escándalo de agresiones sexuales en la universidad de Baylor derivó apenas en sanciones leves.
La NCAA informó el miércoles que el equipo de fútbol americano de Baylor operará de manera condicionada y será sujeto de otros castigos, al considerar que las conductas graves e “inaceptables” en el caso no constituyeron sin embargo una infracción a las reglas del organismo.
El dictamen de la NCAA llega cinco años después de que el escándalo estremeció a la universidad, llevando al despido del exitoso entrenador de fútbol americano Art Biles y a la salida del director atlético Ian McCaw, así como del rector Ken Starr.
La NCAA indicó que los alegatos se centraron en conductas nunca antes consignadas ante el Comité de Infracciones (COI, por sus siglas en inglés), el cual existe desde 1951. Las denuncias apuntaban a que Baylor “protegió a sus estudiantes-deportistas de fútbol americano ante el proceso disciplinario de la institución y falló en reportar las acusaciones de la abominable conducta de jugadores, incluyendo casos de violencia sexual e interpersonal”.
El panel indicó que Baylor admitió fallas de ética y moral en la forma como atendió la situación de violencia en el campus de Waco, pero argumentó “que esas fallas, aunque atroces, no violan las reglas de la NCAA”.
El comité de infracción indicó que la duda estaba en si los deportistas de Baylor acusados de agresión sexual y otros casos de violencia tuvieron “un beneficio extra” en cuanto a un trato más benévolo que otros estudiantes— y la respuesta fue no, ante el ambiente que se vivía en el campus en ese momento.
“Para ser claro, no nos estamos deshaciendo de esto”, indica el reporte de la NCAA. “Los integrantes de este panel entienden que nuestro servicio voluntario en el COI requiere tomar decisiones difícil y no evitamos esa responsabilidad. Pero una cuestión de esta magnitud, en un área en que los integrantes no han fijado reglas expresas, requiere consideración de todos sus miembros”.
El exdirector atlético de Minnesota Joel Maturi, encargado de la audiencia e integrante del comité desde hace ocho años, indicó que el caso es preocupante. Aunque no violó las reglas de la NCAA, hay presuntos delitos que se abordan en el ámbito legal y en otros.
“Todos estuvimos de acuerdo en que la conducta fue atroz. De cierta manera, sostuvimos discusiones sobre no penalizar a la institución. Siempre hemos iniciado las audiencias intentando buscar la verdad y llegar a una conclusión justa”, indicó Maturi.
Para Baylor, esta decisión ayuda a poner fin a uno de los capítulos más dolorosos de su historia. El escándalo ha persistido casi una década y Baylor continúa envuelta en varias demandas sobre el mal manejo de los casos de abuso en su campus.
La rectora de Baylor Linda Livingstone y el director atlético Mack Rhoades, quienes fueron contratados tras el escándalo, reconocieron que hubo infracciones y aceptan la responsabilidad. Indicaron que el equipo legal de la escuela revisará el reporte completo.