El Super Bowl mantiene tradiciones entre los aficionados en Estados Unidos que perciben este domingo especial como un día para comer sin restricciones.
La edición LVII como las anteriores mantiene también una alta expectativa entre la economía gastronómica para disfrutar el juego entre los Jefes de Kansas City y las Águilas de Filadelfia.
Esta ocasión, las alitas de pollo marcarán una tendencia particular. Con respecto al año anterior, el precio de este producto ha disminuido un 22 por ciento, debido a las dinámicas de producción en granjas y a la oferta y demanda.
Por ende, se estima que para el domingo, la venta de alitas de pollo alcance el millón y medio de piezas en Estados Unidos. Sin embargo, la otra cara es la cerveza, pues debido a la inflación que sufre la economía de Estados Unidos, la bebida preferida para ver el juego tendrá un incremento entre 11 y 22 centavos. Tres de cada cuatro aficionados beben cerveza durante el juego.