Por la demostración de fuerza, contundencia, recursos y habilidad que mostró ante Demetrius Andrade, por el momento que vive, por su edad, presencia física y récord, David Benavidez es, a partir de 2024, el monstruo en el camino del «Canelo».
Aunque Saúl Álvarez enfrente y le gane a Jaime Munguía, aunque enfrente y le gane en una revancha a Dimitri Bivol, aunque vuelva a subir a Semicompleto y le gane a Artur Berteviev o incluso suba hasa Crucero y conqiusta un campeonato mundial en una quinta división, o que reciba a Jermall Charo y le quite el invicto, ninguna victoria, ningún mérito del «Canelo» será suficiente para la afición en general, seguidores o «haters», más que un triunfo sobre David Benavídez.
El pasado sábado, en Las Vegas, Benavídez enfrentó a un peleador difícil como el «Boo Boo» Andrade, invicto, zurdo, ex campeón mundial Superwelter y Medio y considerado como uno de los peleadores más evitados por su estilo complicado (eso es lo bueno, lo malo es que tiene 35 años, sólo había hecho una pelea en peso Supermedio, nada más 19 de sus 32 triunfos los había resuelto por nocaut, y sólo tres en peso Medio, los otros 16 en Superwelter, y que entre noviembre de 2021 a noviembre de 2023, sólo había hecho una pelea), y no sólo lo derrotó, sino que lo noqueó y hasta lo hizo ver fácil.
Cierto que Andrade tuvo un buen inicio, pero en cuanto Benavidez apretó el paso y conectó sus golpes de poder (en volumen, con presición, con ritmo, con variedad), dominó y arrolló a Andrade. Lo tumbó en el cuarto round, le abrió heridas en el rostro desde el quinto, le puso una golpiza en el sexto, y la esquina de Andrade, de manera acertada, ya no le permitió seguir en contienda para el séptimo.
Benavidez confirmó que es una amenaza real en las 168 libras, y que hasta que se anime el «Canelo», se sabrá quién es el mejor de esa división. Y si no se anima, dejará la duda.
Uno tiene, lo que al otro le falta.
Benavidez tiene el respeto, el reconocimiento, el apoyo popular y la imagen de indestructible y feroz peleador que al «Canelo» se le niega, pero Álvarez tiene el dinero, la promoción, la clasificaciones entre los mejores del mundo y el legado histórico que el «Red Flag», o el «Monstruo», desea.
Si esta pelea se lleva a cabo, no deberá ser más allá de 2024, por el propio bien de Saúl Álvarez y para que resulte una pelea competitiva, pues «Canelo» ya está sintiendo los efectos del tiempo, como persona a sus 33 años, y como boxeador, con 17 años dedicado al boxeo profesional, en los que ha realizado 64 peleas. Benavidez ha ganado las 28 peleas que ha realizado, son 24 nocauts, y tiene 26 años de edad.
En sus más recientes peleas, desde 2022 que perdió ante Dimitri Bivol, «Canelo» Álvarez se ha visto lento, predecible, sin el poder en sus puños de antes, y con un rostro que cada vez se marca más. Y en el desarrollo de las peleas, se cansa. Después de Bivol, venció en una pelea lenta y muy poco agresiva a Gennady Golovkin, luego mandó a la lona pero no pudo rematar a John Ryder, quien le metió las manos al «Canelo» sobre todo hacia el final de la pelea, y contra Jermell Charlo, ofreció una pelea de muy poca acción, y de ritmo lento.
La velocidad es un factor que favorece a Benavídez. En cada pelea, tira una gran cantdad de golpes, que es lo que se le pide a los rivales de Álvarz, pero a veces por atacar y buscar el nocaut, descuida su guardia, para lo cual es muy bueno el «Canelo», para quitarse golpes, fintar y contragolpear.
La crítica a Benavídez es que no había enfrentado a rivales de élite, y que había sido descuidado en alguns ceremonias de peso previas, y que había arrastrado algunos problemas personales. Sin embargo, en sus últmas tres peleas, noqueó a David Lemieux, venció por puntos a Caleb Plant y noqueó a Andrade, y en cada contienda, mostrando gran preparación, estilo, y agresividad.
Y si partimos de la base de que el «peak», el punto más alto en la carrera de un boxeador, por lo general, es de los 26 a los 30 años, Benavídez apenas está entrando ahí, y Saúl ya salió hace rato.
Por supuesto que hay excepciones a la regla, de boxeadores que después de lo 30, incluso cerca o en los 40, siguen alcanzando un nivel óptimo y recientemente hemos disfrutado los casos de Manny Pacquiao y Juan Manuel Márquez, y antes han destacado boxeadores incluso de más de 40 años como George Foreman, Evander Holyfield y Bernard Hopkins, en el caso el «Canelo» su curva de rendimiento ha ido en descenso. Primero en cuanto a velocidad, luego en cuando a resistecia, y últimamente en reflejos. Álvarez debutó a los 16 años de edad, por lo que su desgaste físico (entrenamientos, dietas, peleas) le cobró factura, como sucede normalmente, después de 12 a 15 años de carrera. Benavídez también debutó a los 16 años, pero hace 10, en 2013, y es 7 años menor que Álvarez, y ese es el factor a considerar para que esta pelea se lleve a cabo. Si se logra en 2024, todavía puede ser competitiva.
Lo que puede suceder, es que en mayo, «Canelo» se enfrente a Jaime Munguía o algún plan «B» que surja (Christian Mbilli, David Morrell, Edgar Berlanga, Diego Pacheco) y ese mismo mes, Benavidez enfrente a Jermall Charlo (que en la misma función, reapareció tras dos años de ausencia y venció al hermano de David Benavídez, José), y si ambos ganan, entonces puedan enfrentarse en septiembre.
Saúl Alvarez, David Benavídez, la afición, la televisión, la industria del boxeo necesitan esa pelea. Y si no se lleva a cabo, Benavídez dejará de ser un «Monstro» en la carrera del «Canelo», para conertirse en un fantasma que lo persiga hasta su retiro, pues al final de su carrera podrá mencionar las peleas que ganó, los títulos que conquistó, los campeones a los que venció, pero siempre la respuesa será, «pero no enfrentó a Benavidez».