Por Sócrates Seamanduras (@socratessv)
La confirmación de la pelea entre los mexicanos Saúl “Canelo” Álvarez y Jaime Munguía, a celebrarse el 4 de mayo en Las Vegas, es una situación de “ganar-ganar” para todos los involucrados.
Para los dos peleadores, es una pelea que necesitan.
El “Canelo” enfrentará a un rival que el medio del boxeo (público, prensa, televisión, boxeadores, entrenadores) le está pidiendo, y el cual, en caso de una victoria contundente, convincente, le puede generar credibilidad y respeto.
Munguía tiene la pelea más grande posible, en lo boxístico y en lo económico. Un triunfo, lo convertiría en la figura del boxeo mundial, en ídolo mexicano. Una de esas llamadas derrotas dignas, en una pelea competitiva, disputada, lo mantendría en la élite del boxeo mundial. Y una derrota contundente, lo mantendría en plano estelar. Tiene mucho que ganar, y nada que perder.
Saúl “Canelo” Álvarez necesita una pelea que sea considerada “guerra”, y Munguía se la puede dar. El tijuanense es frontal, fuerte, tiene un buen ritmo de pelea, tira un considerable volumen de golpes y ahora con Freddie Roach en su esquina, es un boxeador más cerebral arriba del ring, tiene más recursos aparte de sólo tirar golpes (movimientos de cintura y cabeza, pasos laterales, manejo de ritmo y distancia, tirar golpes desde distintos ángulos, fintas, defensa activa) y llega en un gran momento, con 27 años de edad, invicto en 43 peleas y con dos peleas en la división Supermedio, ante rivales de primer nivel.
Las últimas cuatro peleas del “Canelo”, han dejado dudas y ha proyectado la imagen de ser un boxeador cuya curva de rendimiento, ya va en descenso. En mayo de 2022 perdió contra Dimitri Bivol, siendo superado de principio a fin. En septiembre de 2022, venció por puntos a Gennady Golovkin, en la tercera pelea entre ellos y que fue la que ofreció menos emociones. En mayo de 2023 superó por puntos a John Ryder, tumbándolo una vez pero llegando hacia el final de la pelea sin fondo físico, incluso, para al menos dos de los tres jueces, Álvarez perdió cuatro de los últimos cinco rounds. Y en septiembre de 2023, superó por puntos a Jermell Charlo, que en ese momento era campeón mundial absoluto de dos divisiones abajo (superwelter, 154 libras) y que a la hora de la pelea, sólo conectó 71 golpes en todos los 12 rounds, promedio de 6 por asalto.
Por su parte, Munguía, en su más reciente pelea, no sólo noqueó al mismo Ryder que se le complicó y que llevó a la distancia al “Canelo”, sino que lo mandó a la lona cuatro veces, y en su pelea previa, sostuvo una guerra y venció por puntos a Sergiy Derevyanchenko, mismo que en 2019 le había dado una pelea muy disputada a Golovkin, generando polémica el veredicto por puntos a favor de “GGG”.
Aunque la experiencia, el fogueo internacional y el entorno favorecen al “Canelo”, el momento le favorece a Munguía. Álvarez llega mostrando un rendimiento, y un fondo físico, de menor nivel a los que mostraba en su mejor momento, que podría decirse, se dio entre 2016 que venció a Liam Smith, hasta 2021 que noqueó a Caleb Plant, y en el inter de estos cinco años, el “Canelo” venció a Julio César Chávez Jr, dos veces a Golovkin, a Rocky Fielding, a Daniel Jacobs, a Sergey Kovalev, a Callum Smith, a Avni Yildirim y a Billy Joe Saunders.
Con 33 años de edad, “Canelo” está en el ocaso de su carrera. Con 27 años de edad, Munguía está entrando en la plenitud, en lo que se considera el pico en la curva de rendimiento para un deportista profesional.
La afición puede estar contenta y satisfecha con esta pelea. Después de todo, un peleador en su peso natural, fuerte y que tiende al intercambio de golpes, enfrentará a “Canelo”. Y también, después de todo, un boxeador top enfrentará a Munguía.
La televisión puede estar contenta. Los más altos ratings en una pelea de “Canelo” se pueden dar sólo ante tres rivales: Jaime Munguía, David Benavidez o una revancha ante Bivol. Y tendrá una de estas tres opciones.
La prensa puede estar contenta. Lo que mucho se ha escrito y hablado exigiéndole a “Canelo” enfrenar a los mejores rivales posibles, por fin se hará realidad.
Y mucha gente del mundo del boxeo (entrenadores, boxeadores) que han llamado cobarde a Alvarez, tendrán que reconocer que, ahora sí, enfrentará a un rival en su peso, en gran momento y que ha demostrado un nivel óptimo.
Ganar-Ganar. Y que gane el mejor, y sobre todo, que gane el boxeo.
