Al llegar al punto medio del calendario regular, los Bills de Buffalo se han posicionado como el equipo más poderoso de la Conferencia Americana. Su marca de 6-1, la ofensiva que más yardas produce y la defensiva que menos puntos permite son la carta de presentación de un indomable peso pesado.
La última vez que visitaron a un rival divisional, sin embargo, sufrieron su solitario revés en la temporada. Esa es la luz que ilumina las esperanzas de unos Jets (5-3) que llegan al encuentro del domingo con el papel de indefensas víctimas, como lo indica una desventaja de 12,5 puntos en Las Vegas.
Si se toma en cuenta el más reciente encuentro entre ambos en MetLife Stadium, un triunfo de los Bills por 45-17, las casas de apuestas se quedaron cortas. Pero estos Jets no son los del año pasado.
El domingo anterior cayeron por primera vez en sus últimos cinco partidos. Y en una temporada, la defensiva ha pasado de ser la última de la liga a constituirse como una unidad que es sexta en yardas permitidas y la cuarta mejor en pases interceptados.
El cornerback novato Sauce Gardner ha sido parte vital de esa transformación, permitiendo apenas 19 recepciones luego de ocho encuentros (2,3 por partido), una cifra que cobra una nueva dimensión considerando que ha enfrentado a receptores de la talla de Amari Cooper, Ja’Marr Chase, Tyreek Hill, Jaylen Waddle y Courtland Sutton. El siguiente en la lista es Stefon Diggs
Diggs, quien encabeza la liga con siete recepciones de touchdown y es segundo con 764 yardas mediante sus atrapadas, es parte fundamental del mejor ataque aéreo de la NFL y el objetivo favorito del quarterback Josh Allen, quien se ha colocado al frente de la carrera por el premio al Jugador Más Valioso.
Sacar a Diggs de la ecuación supondría la mejor oportunidad de los Jets para sonar una de las mayores campanadas de la temporada.
Pero esa es apenas la mitad del trabajo. La segunda parte tiene que ver con el quarterback Zach Wilson y una ofensiva inconsistente que promedia 27,6 puntos en sus cinco triunfos pero apenas 12,6 en sus tres derrotas. Para mantener el paso ante unos Bills que vienen de un octubre en el que derrotaron a los últimos tres ganadores del MVP — Lamar Jackson, Patrick Mahomes y Aaron Rodgers — se necesita una actuación inmaculada.
“Todo siempre recae en el quarterback. Y es él (Wilson) quien tiene que cargar con el peso de los errores de la ofensiva en general, siempre”, dijo el tight end C.J. Uzomah al concluir el encuentro del domingo, donde los Jets vieron rota una racha de cuatro triunfos. “Y es nuestro trabajo asegurarnos de que sepa que no es un juego de un solo jugador, no es un equipo de un solo jugador”.
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Dolphins (5-3) en Chicago (3-5)
La visita de Miami a casa de los Bears puede definirse como un duelo de contrastes. Los Dolphins cuentan con un ataque explosivo y vertical comandado por la dupla de receptores Tyreek Hill y Jaylen Waddle. Chicago, por su parte, llega con una poderosa ofensiva terrestre capaz de desgastar a cualquier defensa.
El running back reserva Khalil Herbert (563) y el quarterback Justin Fields (424) abren el camino de los Bears, que encabezan la liga en yardas e intentos por tierra y, de hecho, han rebasado las 225 yardas como equipo en cada uno de sus últimos tres encuentros. Pese a este dominio, Chicago tiene apenas una victoria en sus últimos cinco compromisos.
Los Dolphins, en cambio, vienen de ganar sus últimos dos duelos luego de que el quarterback Tua Tagovailoa se recuperó plenamente de una conmoción cerebral para comandar el tercer mejor ataque aéreo de la NFL.
Tagovailoa ha encontrado en Hill (961 yardas) y Waddle (727) a la dupla más peligrosa de la liga. Sus 1.688 yardas son el cuarto mayor total para un par de compañeros luego de nueve partidos en la historia de la liga, y requieren 262 ante Chicago para ocupar el máximo lugar. Hill y Waddle han superado esa cifra en tres ocasiones durante la actual campaña.
En otro encuentro relevante, los Packers (3-5) visitan Detroit (1-6) con las alarmas encendidas. Luego de perder sus últimos cuatro encuentros, Green Bay busca evitar su primera racha de cinco derrotas desde 2008, el primer año como titular del quarterback Aaron Rodgers.
Ubicados apenas como la 26ta ofensiva en puntos de la liga, los Packers no le trajeron ayuda a Rodgers antes de que venciera el plazo del miércoles para firmar canjes.
La situación para Detroit no es mucho mejor. Tiene apenas una victoria en la temporada, ha hilado cinco derrotas y la ofensiva que promedió 35 puntos en los primeros cuatro encuentros del calendario, anota apenas 11 en promedio en los últimos tres compromisos.
Si hay un consuelo para los Lions es que cuatro de sus seis derrotas han sido por cuatro puntos o menos.
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La semana 9 comenzó el jueves, cuando los Eagles de Filadelfia doblegaron 29-17 a los Texans de Houston y se colocaron en una foja de 8-0 por primera vez en la historia de la franquicia.
La jornada continúa el domingo con los siguientes encuentros: Chargers (4-3) en Atlanta (4-4); Panthers (2-6) en Cincinnati (4-3); Raiders (2-5) en Jacksonville (2-6); Colts (3-4-1) en Nueva Inglaterra (4-4); Vikings (6-1) en Washington (4-4); Seahawks (5-3) en Arizona (3-5); Rams (3-4) en Tampa Bay (3-5); y Titans (5-2) en Kansas City (5-2).
La acción concluye el lunes con la visita de los Ravens (5-3) a Nueva Orleans (3-5) en donde Baltimore busca su tercera victoria consecutiva y su cuarto triunfo en los últimos cinco duelos ante los Saints.
Browns (3-5), Cowboys (6-2), Broncos (3-5), Giants (6-2), Steelers (2-6) y 49ers (4-4) tienen su semana de descanso.
