Por Armando Esquivel
El campeón está enfermo.
El 17 de abril los Dodgers de Los Ángeles derrotaron 2-0 a Padres de San Diego en Petco Park para poner su marca en 13-2 y afianzarse como el mejor equipo en Grandes Ligas.
Desde ese día sólo han ganado tres juegos y han perdido en diez ocasiones.
Ya no son ni los mejores de la “Gran Carpa” ni de la Liga Nacional y ni siquiera de su propia división.
Metido en un tobogán, el conjunto que dirige Dave Roberts, tiene récord de 16-12 y todavía no se alcanza a ver el final de la resbaladilla.
De no ser por Tigres de Detroit (1-9), los Dodgers fueran el peor equipo de todo Grandes Ligas en los últimos diez juegos.
Los ex de Brooklyn tienen 2-8 en ese fatídico periodo.
¿Qué le pasa a Dodgers?
A diferencia de la pandemia que se vive en el mundo desde el 2020, a los “azules” no es un mismno “virus” el causante de su enfermedad, sino una combinación de “toxinas” que los han debilitado en las últimas dos semanas.
A simple vista y sin ser un “experto” nos podremos dar cuenta de que uno de los graves problemas de Dodgers es el bullpen que ha sido el responsable de ocho de las doce derrotas de esta temporada.
Los abridores han hecho muy buena chamba y esa ha sido una de las fortalezas del equipo. Clayton Kershaw (4-2) suma dos derrotas, Trevor Bauer (3-1) tiene una, Dustin May (1-1) el otro revés, mientras que Julio Urías (3-0) no ha perdido en este 2021. Entre los cinco miembros de la rotación suman 27 aperturas.
El viernes inició Edwin Uceta pero se trató de un “bullpen day”, así que aunque él fue quien absorbió el fracaso, lo consideraremos como parte del bullpen y de pasó le damos más dramatismo al comentario.
Ni Kenley Jansen, Blake Treinen, Brusdar Graterol, Víctor González, David Price, Jimmy Nelson, Scott Alexander, Dennis Santana, Corey Knebel, Garrett Cleavinger y el ya mencionado Uceta, han podido entregar buenas actuaciones de manera constante, ni individuales, ni de equipo.
Y con este último remate me refiero a que “cuando no es uno es otro” el que falla y el resultado es que este grupo tiene ocho juegos perdidos.
Dejamos en paz por un momento a los relevistas del conjunto californiano y vamos a revisar la lista de los jugadores jóvenes que tiene su tajada de responsabilidad en esta debacle.
Desde el 2020 los Dodgers han prescindido de los servicios de varios peloteros, pero destaca la partida de tipos como Alex Verdugo, Joc Pederson y “Kike” Hernández.
Mucho se ha hecho notar su ausencia debido a que quienes han sido llamados a ocupar las vacantes no han dado el ancho en el máximo nivel.
En el arranque de esta campaña ya hemos visto jugar -y sufrir- a nóveles peloteros como Sheldon Neuse (.211), Luke Raley (.206), DJ Peters (.000), Zach McKinstry (.296), Matt Beaty (.211), Gavin Lux (.179) y Edwin Ríos (0.91), quien por cierto ha tenido un arranque impresentable con el madero.
Quizá sólo McKinstry se salve de la “quema”.
Llevamos dos temas como causantes del mal paso de Dodgers.
A esas penurias, agréguele usted la pasividad con la que se ha manejado la defensiva “azul” a la hora de evitar el robo de bases.
Pareciera que no les importara en absoluto y los rivales les han corrido con “singular alegría”.
Recuerdo la segunda serie contra Padres en la que sólo pudieron sacar a un corredor de catorce que emprendieron la carrera. Cualquier sencillo se convertía en doblete y por consiguiente en un corredor en posición de anotar.
En total -sin incluir la jornada de ayer- los receptores Will Smith y Austin Barnes sólo habían puesto fuera a seis de treinta corredores que han salido por la siguiente almohadilla.
Eso es el 17%.
Lo peor de todo es que los rivales ya lo descubrieron y les están saliendo a cada rato.
Bullpen, jóvenes que no dan el ancho y catchers que les roban hasta la novia. Pero -como dijera Raúl Velasco- aún hay más.
Llegamos al tema de lesiones que también ha sido factor en esta caída libre.
La lista de peloteros que están o han pasado por el padrón de inelegibles por temas médicos son Cody Bellinger, Gavin Lux, Tony Gonsolin, Zach McKinstry, Corey Knebel, Joe Kelly, David Price, Brusdar Graterol y ahora agréguele a Dustin May.
Por supuesto que es una baja muy grande en la alineación cuando el MVP del 2019 está lesionado. Además, si se fija usted, de esos nombres cinco son piezas del bullpen, que de por si batalla para sacar outs, ahora con estas ausencias se pone más fea la situación.
Entonces tenemos lesiones, catchers que no pueden detener el robo de bases, jóvenes que no han aprovechado su oportunidad y la mala actuación del bullpen como las causas principales de que los Dodgers de Los Ángeles la estén pasando muy mal.
¿Creyó usted que el bateo iba a salir limpio de esto?
Pues no.
El bateo también tiene mucha culpa y cuando hablo del bateo me refiero al bateo oportuno, una virtud que Dodgers mostró a manos llenas durante los playoffs del 2020, sin embargo ahora no logran enviar a nadie a la registradora.
Y si hay dos outs olvídese.
En un lapso de la actual debacle, los californianos bateaban .138 con corredores en posición de anotar y el principal problema lo encontramos en la parte baja de la alineación, aunque los “estrellas” ya se contagiaron también de este mal.
En la Liga Nacional se retiró la figura del bateador designado por el pitcher que se empleó en 2020, así que tenemos que pasar por el martirio de ver a los lanzadores ponerse el casco y tomar un bat.
Entonces, cuando se juega en parques del “viejo circuito” la novena posición en el orden al bat es lo más parecido a un “out por regla” y parece que a Dodgers ese término se le alarga desde dos turnos antes.
Por lo regular han sido Edwin Ríos y Matt Beaty quienes vienen como séptimo y octavo. A eso agréguele el turno del pitcher, digamos Dustin May, para tener una tercera parte de la alineación en el panteón.
La inoperancia del fondo del orden al bat afecta a la producción de carreras al cortar “racimos” o matar amenazas ofensivas, entre otras cosas.
En diez de los últimos quince duelos, los “celestes” han anotado tres o menos carreras.
En conjunto Dodgers batea para .233 y se ubica en la posición quince de todo Grandes Ligas, sin embargo, si revisamos el OBP nos encontramos que siguen siendo el equipo enfadoso que exprime a los pitchers rivales y les eleva rápido el conteo de lanzamientos, ya que ese numerito (OBP) es de .340, segunda mejor cifra en toda la “Gran Carpa”.
¿Qué nos dice esto?
Que Dodgers está lejos de ser el más guapo bateando, pero se las arregla para ser el segundo mejor a la hora de ponerse en base por cualquier medio.
Con “peras y manzanas”, los “pitufos” están a media tabla en la estadística tradicional y obsoleta de porcentaje de bateo colectivo, pero toman muchas bases por bolas -con 133 son los mejores- entonces son segundos a la hora de embasarse, sin embargo, cuando las amenazas están montadas, no llega el batazo que mande a casa las carreras.
Esa es la fotografía de las últimas dos semanas con el bat.
¿Algo a favor?
A pesar de toda esta tragedia, los monarcas del 2020 están ubicados en la segunda posición de la División Oeste de la Liga Nacional, a sólo medio juego de Gigantes de San Francisco.
En conclusión, me da la impresión que estos males no terminarán pronto y se necesita que el grupo de bateadores saque la casta y empiece a producir.
Turner, Muncy, Seager y sobre todo Betts, tienen que cargar con el equipo en su paso por este “Valle de Sombras” y encontrar la manera de ganar juegos con las actuales circunstancias.
Confío que un equipo con tanto talento y con una de las mejores rotaciones de pitcheo despertará tarde que temprano.
Ojalá sea corta su convalecencia.
Gracias por leer. Cuídese mucho.
Que le vaya bien
EL COMENTARIO DE ANUAR
“Aclarando que ya soy fan de Trevor Bauer por su blog. Ya estoy en el campo de Trevor Bauer, soy su fan completamente y de manera oficial”
DATO RÁPIDO
Le dejo un dato que hay que aprovecharlo porque le dediqué un par de minutos de mi vida para sacarlo.
En 162 entradas lanzadas, los lanzadores abridores de Dodgers han permitido 48 carreras limpias. En 83 entradas y un tercio, los relevistas de Dodgers han tolerado 37 carreras limpias.
Once menos carreritas para los relevistas, pero los abridores han trabajado casi ochenta entradas más.
Nos vemos en la parte alta del estadio Chevron SDQ
Goodbye Horses…!!!
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