Sigue el circo del absurdo en MLB donde ellos mismos facilitaron que se diera un uso indiscriminado de sustancias, y, mientras le sacaron provecho se quedaron callados.
Hoy, dándose baños de una pureza que jamás ha existido continúan ridiculizandose a sí mismos negando el ingreso a Barry Bonds, Roger Clemens, y Mark McGwire solo por citar algunos.
Los periodistas que integran el capítulo que vota por conceder este privilegio sufrieron lagunas mentales para denunciar en su momento que en su deporte se consumían sustancias, y entonces no DIJERON ni HICIERON nada para denunciarlo, y corregirlo.
Hoy, constituidos en tribunal plenipotenciario e infalible siguen montados en su caballo blanco de «pureza», no se vayan a MANCHAR si acepta a un «tramposo», pero su silencio en el momento correcto los hace tan culpables como a los que ahora castigan.
Recordamos aquella frase que dice que lo que no está prohibido está permitido, ¿porque nadie le preguntó en tiempo y forma a los dueños y al comisionado de MLB el porqué en su deporte no se prohibía el consumo de «chochos» que venian incluidos en el carta olímpica?.
La hipocresia al maximo…