LONDRES (AP) — Serenamente, Unai Emery ingresó por el túnel del Emirates Stadium. Lo hizo tan tarde que estuvo a punto de perderse el puntapié inicial, como si supiera ya que lograría instalarse en otra final de la Liga Europa.
En su regreso a la cancha del equipo que lo destituyó la campaña anterior, el estratega español estrechó rápidamente la mano de su compatriota y reemplazo Mikel Arteta. Luego, atestiguó la forma en que Villarreal, su nuevo conjunto, le arrancó al Arsenal un empate sin goles el jueves en la vuelta de las semifinales.
Ese resultado bastó para preservar un global de 2-1 que colocó al equipo español en la final del 26 de mayo en Polonia, donde se medirá con el Manchester United.
Para el Arsenal, la incapacidad de revertir el déficit como local implica que el equipo está en riesgo de no participar en un solo torneo continental, algo que no le había ocurrido en un cuarto de siglo.
Los visitantes controlaron el primer tiempo y estuvieron cerca de marcar un gol a los 5 minutos, cuando Samu Chukwueze hizo un disparo combado. Pero el arquero del Arsenal, Bernd Leno, estuvo atento y desvió el balón a saque de esquina con un manotazo.
El Submarino Amarillo coqueteó de nuevo con el gol a los 14 minutos, cuando un pase hacia atrás del volante del Arsenal, Thomas Partey, tomó desprevenido a Leno, quien debió retroceder rápidamente para alcanzar el esférico.
Arsenal careció de creatividad en el primer tiempo pero estuvo a punto de colocarse adelante a los 26 minutos cuando el capitán Pierre-Emerick Aubameyang estrelló el balón en la parte externa del palo.
Aubameyang impactó de nuevo un palo en el segundo tiempo.
Emery tiene ya antecedentes destacados en la Liga Europa. La conquistó tres veces seguidas, de 2014 a 16. Sin embargo, no pudo coronarse durante su cuarto intento, en 2019, cuando dirigía al Arsenal.
Los Gunners esperaban entonces que una victoria en la final los colocara en la Liga de Campeones. Pero cayeron 4-1 ante el Chelsea en el duelo por el título.
El jueves, Emery batió los puños en el aire y gritó jubiloso tras el silbatazo final.