Victoria de Sergio Pérez en el GP de Mónaco

El mal tiempo comenzó siendo el gran protagonista de la jornada en Montecarlo, ya que la lluvia llevó a demorar poco más de una hora el comienzo de la carrera.

Inicialmente los coches dieron dos vueltas de formación detrás del coche seguridad, pero dirección de carrera sacó la bandera roja por la intensificación de la lluvia, lo que envió a todos los pilotos al pitlane.

Una vez que el agua dejó de caer, los coches volvieron a la pista y la carrera arrancó finalmente, disputando las dos primeras vueltas siguiendo el coche de seguridad antes que llegue la tan esperada bandera verde.

Leclerc, autor de la pole position el sábado, comenzó a marcar el camino y lideró firmemente un pelotón que vio a todos iniciar con neumáticos para lluvia total, seguido por Sainz, Pérez y Verstappen en las primeras posiciones.

En la 17° vuelta de las 77 previstas, “Checo” fue el primero de los pilotos de punta en cambiar a neumáticos intermedios y rápidamente el mexicano comenzó a volar en la pista con un récord de vuelta de 1m25s215, siendo siete segundos más veloz que los líderes en ese momento.

Un par de giros más tarde Leclerc y Verstappen fueron a pits por intermedios, lo que permitió a Pérez avanzar al segundo lugar mientras Sainz, que se negó a ir a boxes cuando fue llamado por Ferrari porque quería esperar a ir directamente por los neumáticos lisos, heredaba el liderato de la carrera de manos de su compañero de equipo.

En la vuelta 22 Ferrari llamó a los pits a Sainz y a Leclerc para colocar neumáticos lisos duros y Red Bull respondió tomando la misma decisión un giro más tarde, con Pérez volviendo a la pista justo delante del español para mantenerse como líder, mientras que Verstappen regresaba delante de Leclerc para frustración del monegasco.

Un fuerte accidente de Mick Schumacher en la zona de la Piscina obligaría a neutralizar la carrera con el coche de seguridad en la 28° vuelta, lo cual un par de giros más tarde se transformaría en bandera roja para poder trabajar en la zona del accidente.

La competencia se reinició 25 minutos más tarde en la 33° vuelta con una salida en movimiento y con los Red Bull habiendo cambiado a neumáticos medios, mientras que los Ferrari mantuvieron los duros que ya habían montado previamente.

Debido al ritmo lento que tuvo el gran premio durante las primeras vueltas y a la pausa por el accidente de Schumacher, ya no sería posible completar las 77 vueltas previstas y la competencia pasó a ser una carrera contra el reloj con la vista puesta en las dos horas de duración máxima.

Inicialmente Sainz logró colocar cierta presión sobre Pérez, pero a medida que pasaron las vueltas el mexicano comenzó a alejarse del español marcando varios récords de vuelta para construir una diferencia que en la vuelta 50, con menos de 20 minutos por delante, era de tres segundos.

A partir de allí, sin embargo, Pérez comenzó a sufrir con el desgaste de sus neumáticos y Sainz se le acercó a medio segundo cinco vueltas más tarde cuando la carrera entraba en sus diez minutos finales.

Verstappen a su vez también se colocaba a menos de un segundo del piloto de Ferrari, y el neerlandés también veía a Leclerc grande en sus espejos, ya que los cuatro primeros estaban separados por menos de dos segundos.

Los minutos finales fueron de pura tensión con «Checo» debiendo soportar la presión de un Sainz que no se despegaba de la parte trasera de su RB18, llegando a asomar un intento de adelantamiento en la llegada a la Nouvelle Chicane y luego quedando al borde de un contacto con la horquilla del Grand Hotel.

Pero finalmente Pérez controló la situación a la perfección para cruzar la meta en la vuelta 65 con 1s154 sobre Sainz y obtener así una histórica victoria en el Gran Premio de Mónaco.

Es el tercer triunfo para el piloto mexicano en la Fórmula 1, tras el obtenido en el GP de Sakhir 2020 con Racing Point y el del año pasado en Azerbaiyán con Red Bull.

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