Kylian Mbappé y Lionel Messi, se conocen casi a ojos cerrados. De La Pulga para Donatello con pase bombeadito al área, y el delantero define con mucha soltura para amarrar el triunfo, casi valedero para el título de la Ligue 1.
Olympique de Marsella 0-3 Paris Saint Germain. Le Classique, el duelo más pasional del futbol de Francia, con apenas respuesta, fue esta vez para el visitante, que parece acercarse al título liguero local.
Ahora mismo son 11 puntos de ventaja y contando; sólo una desgracia alejaría al PSG de un gallardete de casa más.
Arranque complicado para el forastero, porque lo cierto es que el de casa arrancó con buenas sensaciones, haciéndose de la bola, pero además generando opciones que pudieron cambiar el rumbo del el encuentro.
En el inicio, apenas al 8’, Mattéo Kenzo controló y remato con dirección al arco, pero la defensa rival estuvo atenta para desviar su impacto.
Luego, al 12’, una acción contrastante, entre los dos Nunos del partido, pues Mendes, el del parisino, despojó a su tocayo de apellido Tavares, en una jugada que se perfilaba como la más clara en el arranque, una falla o salvada, según la perspectiva, que en el recuento resultó bastante costoso para el Olympique.
Y la malaria desafortunadamente se apareció en el Estadio Vélodromo, pues Presnel Kimpembe, quien se perdió Qatar 202 con Les Bleus, por lesión, salió tocado del duelo y le dejó su sitio a Danilo Pereira.
Pero ese mal rato, enseguida se modificó con los primeros alaridos, porque además empezó el show de dúo dinámico.
Leo mandó al espacio a Kylian y éste anotó el 0-1, al 25’; cuatro minutos después, ahora la combinación fue a la inversa, pues Mbappé sirvió a la llegada de Messi, quien solo y de frente mando a guardar la de gajos.
Con apenas diez minutos en el complemento, al 55’, se apareció la magia de Leo, quien asistió a Donatello para un golazo, que valió para prácticamente amarrar la victoria; un pesado 0-3 para el Olympique, que está claro, no salió en su día, pues incluso en las claras que pudo generar, careció de suerte, del trébol de cuatro hojas.
Gianluigi Donnarumma, de buena actuación, desvió de gran manera el disparo del chileno Alexis Sánchez; y la respuesta de la visita, con Donatello, fue un cabezazo desviado.
Y luego Dona salió a la alocado, pero Sánchez, en su intento de clarear, lanzó muy desviado de una meta totalmente desguarnecida; el mismo Alexis, al 65’, se encontró con el atajadón del cancerbero a su gran cabezazo.
Todavía Vitinha, el delantero portugués que entró de cambio, se perdió otra clara, y el duelo rubricó el 0-3 a favor del PSG.