(AP) — El buen fútbol no acompañó a la selección mexicana en prácticamente todo 2021. Apurado en la eliminatoria mundialista y derrotado tres veces por su rival acérrimo, el Tri se está topando incluso con obstáculos que le pone su propio público.
Y a partir de enero, cuando se reanuda el octagonal definitivo de la CONCACAF hacia Qatar, el técnico argentino Gerardo Martino tendrá varias misiones que cumplir.
Por principio de cuentas debe evitar que la eliminatoria se complique al grado de poner en riesgo su propia continuidad.
“Es el peor año de nuestra gestión”, reconoció el “Tata” Martino tras el empate 2-2 ante Chile en un partido amistoso que marcó el final de la actividad de México en 2021. “De 2019, 2020 y 2021, en resultados y rendimiento es el peor año de mi gestión”.
El último episodio de México en la eliminatoria durante el año llegó durante una noche gélida y aciaga de noviembre en Edmonton, donde Canadá se impuso por 2-1. Con ello, el conjunto mexicano cayó al tercer puesto, último que concede pasaje directo a Qatar, sólo gracias a una mejor diferencia de goles sobre Panamá, que tiene por ahora el boleto al repechaje contra Oceanía.
Cuatro días antes de caer ante la selección canadiense, el conjunto de Martino había sufrido otra derrota ante Estados Unidos. El clásico rival regional le endilgó en 2021 tres tropiezos al Tri, incluidas las finales de la primera Liga de Naciones de la CONCACAF y la Copa de Oro entre junio y agosto.
Así que otro objetivo de México será frenar esta pérdida de protagonismo regional ante el vecino del norte.
El siguiente duelo entre mexicanos y estadounidenses está pautado para marzo, en la penúltima fecha de la eliminatoria. Para arribar a ese compromiso con más calma —o para llegar siquiera— Martino depende de buenos réditos en la triple fecha que comienza el 27 de enero con una visita a Jamaica.
Vendrán luego dos partidos en casa, el 30 ante Costa Rica y el 2 de febrero contra Panamá. Pero México no contará con público en esos encuentros, dado que la FIFA ratificó el castigo que le había impuesto por los gritos homofóbicos de sus aficionados en dos partidos anteriores del octagonal.
Una serie de buenos resultados dejaría a la selección mexicana con un pie en Qatar. Si las adversidades crecen, revivirían los fantasmas de la eliminatoria hacia Brasil 2014, cuando México destituyó a los técnicos José Manuel de la Torre y Víctor Manuel Vucetich. Ya bajo la guía de Miguel Herrera, rescató con las uñas un pasaporte en el repechaje frente a Nueva Zelanda.
Canadá está encumbrada como líder asombrosa e invicta del octagonal, en su intento por disputar una Copa del Mundo por primera vez desde 1986.
Encabezada por el delantero Jonathan David, delantero de Lille, y Alphonse Davies, zaguero del Bayern Múnich, la selección canadiense acumula 16 puntos, uno más que Estados Unidos y dos por encima de México.
Pese a sus triunfos sobre México en el año, Estados Unidos ha mostrado propensión a los resbalones en la eliminatoria, donde busca lavar el honor tras quedarse fuera del Mundial de 2018.
Con un recambio generacional que incluye varios jugadores muy promisorios, el equipo estadounidense luce hoy eficaz en casa pero tambaleante en sus visitas.
En la fecha más reciente, dilapidó una ventaja y empató en Jamaica. Ha ganado 10 de 12 puntos como local, pero sólo 5 de 12 en cancha ajena.
Le restan tres partidos como anfitrión. Si los gana, tendrá prácticamente garantizada la reivindicación y el retorno al Mundial.
“Pienso que estamos en el camino correcto. Básicamente tenemos que hacer que los chicos vayan ganando experiencia”, dijo el técnico Gregg Berhalter. “Es aprender sobre la marcha”.
Y mantenerse saludable. Christian Pulisic se perdió los encuentros de noviembre por un esguince del tobillo izquierdo; Gio Reyna por un problema en el muslo derecho y Sergiño Dest por una dolencia de espalda.
En la próxima triple fecha, Estados Unidos recibirá a El Salvador, visitará a Canadá y será anfitrión de Honduras.
Panamá, que completa la mitad de arriba en el octagonal y posee por ahora el boleto al repechaje, es un equipo que no se rinde. El 12 de noviembre, revirtió en poco más de 10 minutos el 2-0 que le propinaba Honduras, y terminó ganando 3-2 en San Pedro Sula.
Y como local el 16, le bastaron dos minutos para voltear el 1-0 en casa e imponerse 2-1 sobre El Salvador.
Las remontadas tienen a la selección panameña soñando con su segunda participación consecutiva en un Mundial, donde su debut absoluto llegó apenas en 2018.
“Nuestra ambición es estar en el segundo Mundial para Panamá, y estamos trabajando para conseguirlo”, enfatizó recientemente el técnico hispano-danés Thomas Christiansen.
Cinco puntos debajo de Panamá figura Costa Rica. Ambas selecciones chocan el 27, en un partido que podría involucrar a los ticos en la disputa por acudir a Qatar o bien podría trazar una frontera insuperable entre los equipos que disputarán algo y los que quedarán como meros espectadores en este octagonal.
Más complicada parece la misión de Jamaica, a siete puntos de la plaza de repechaje y acéfala a un mes de enfrentar a México, luego de despedir este mes al técnico Theodore Whitmore.
El Salvador ocupa el penúltimo sitio, un punto por debajo de Jamaica y tres por encima de Honduras, que apenas en octubre contrató al colombiano Hernán Darío Gómez, como un entrenador que más bien estaría diseñando el proyecto para 2026.