NUEVA YORK (AP) — Naomi Osaka alzó la vista para buscar a su agente. Luego, dijo que ambos querían informar al mundo lo que habían discutido en privado en un pasillo del estadio Arthur Ashe.
La conversación se llevó a cabo después de que el intento de la tenista japonesa por revalidar el cetro del Abierto de Estados Unidos quedó frustrado en un encuentro en que Osaka dilapidó la ventaja, destrozó raquetas e hizo otros berrinches.
“Por supuesto”, respondió el agente.
Y así, con pausas frecuentes en su conferencia de prensa y con los ojos llenos de lágrimas, Osaka dijo el viernes por la noche que contempla la posibilidad de otro alejamiento del tenis “por un tiempo”, luego de caer en la tercera ronda.
“Recientemente, cuando gano no me siento feliz. Me siento más bien como aliviada. Y cuando pierdo me siento muy triste”, reconoció la japonesa en la conferencia de prensa tras la derrota por 5-7, 6-7 (2), 6-4) ante Leylah Fernández, una adolescente canadiense de 18 años que ocupa el 73er sitio del escalafón y nunca había avanzado tan lejos en un torneo de Grand Slam.
“No creo que esto sea normal”, añadió Osaka respecto de las sensaciones que le provoca el tenis.
El moderador de la conferencia intentó abreviar el triste encuentro. Sin embargo, Osaka pidió continuar.
“Es muy difícil articular esto”, reconoció, mientras apoyaba la mejilla izquierda en una mano. “Básicamente me siento como si hubiera llegado a un momento en que trato de definir qué quiero hacer. Y sinceramente no sé dónde voy a jugar mi próximo partido de tenis”.
En llanto, trató de cubrirse los ojos con la visera. Luego se disculpó y se dio palmadas en las mejillas.
“Sí”, añadió. “Pienso que voy a tomarme una pausa, dejando de jugar por un tiempo”.
Éste fue el primer torneo de Grand Slam para la tenista de 23 años desde que se retiró del Abierto de Francia antes de la segunda ronda para concentrarse en su salud emocional, en medio de la polémica que desató su anuncio de que no ofrecería conferencias de prensa en París.
Se ausentó también de Wimbledon, antes de participar en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde encendió el pebetero en su condición de una de las deportistas más famosas de Japón.
Osaka posee cuatro trofeos de Grand Slam, incluido el del US Open de 2018, cuando venció a la estrella local Serena Williams en una final caótica. También fue campeona en Nueva York el año pasado.
Sus otros cetros de las grandes citas corresponden al Abierto de Australia.
En Roland Garros, cuando anunció su primera pausa, reveló que pasa por oleadas de ansiedad antes de conversar con la prensa. Afirmó que había lidiado con la depresión durante tres años.