Theo Hernández quiere ganar la Copa del Mundo para Francia. Y para su hermano mayor. Lucas Hernández abandonó la cancha llorando tras romperse el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha en la victoria de Francia sobre Australia por 4-1 la semana pasada. Su hermano Theo lo sustituyó rápidamente en la banda izquierda, aunque tienen estilos de juego distintos.
“Su lesión fue una muy mala noticia para nosotros. Para él tampoco es fácil porque es una lesión muy larga”, dijo Theo, de 25 años, uno menos que su hermano. “Hablo con él todos los días por teléfono desde que se fue de Qatar. Quiero jugar en todos los partidos aquí porque quiero llevar el trofeo para él”.
El pequeño de los Hernández, que juega en el campeón italiano AC Milan, se lanza más al ataque que su hermano y a veces puede parecer más un volante que un defensor.
En su conferencia de prensa el domingo, un periodista chino le dijo que su apodo entre los aficionados en el país es “súperauto” por su increíble velocidad. “Prefiero Ferrari”, sonrió bromeando. Así que para él, jugar en el flanco izquierdo del ataque con Adrien Rabiot en el centro del campo y Kylian Mbappé por delante es un sueño.
Cuando asistió a Mbappé en el gol de la victoria de Francia por 2-1 sobre Dinamarca el sábado, ambos se abrazaron. “Nos entendemos muy bien y es un verdadero placer”, afirmó Hernández. “Cuando tienes a Kylian por delante de ti, entonces las cosas son fáciles. Nos entendemos realmente bien en el campo”.
Esto hace que juegue con más concentración. “Intento no fallar ninguno de mis pases”, señaló. Frente a las lesiones que se le acumulan, el seleccionador Didier Deschamps ha modificado la estrategia de Francia en apenas dos partidos para adoptar un nuevo enfoque más directo.
Pese a sus incursiones en ataque, Hernández es consciente de su posición en el equipo y de sus obligaciones defensivas. “Sé que puedo presionar demasiado”, dijo.
