El Sevilla ganó 0-2 al Cádiz, un rival directo para eludir el descenso, hizo bueno el dicho de “a entrenador nuevo, victoria segura” y, en el debut de José Luis Mendilibar en su banquillo, se llevó tres puntos de oro del Nuevo Mirandilla, donde los gaditanos no perdían desde la quinta jornada (0-4 con el Barcelona el 10 de septiembre).
Los goles del argentino Lucas Ocampos y del marroquí Youssef En-Nesyri, ambos en la segunda mitad (m.50 y m.74), inclinaron la balanza en un duelo de la zona baja que permite al Sevilla coger aire y deja a los amarillos pendientes de otros resultados para saber si caen o no a puestos de descenso.
Tecatito se quedó en la banca
En las filas sevillistas, Mendilibar realizó tres cambios con respecto al último partido aún con el técnico argentino Jorge Sampaoli, destituido al principio del parón liguero. Sorpresa en la portería al jugar el serbio Marko Dmitrovic, en lugar del marroquí Bono, y también entraron de inicio el mediocampista croata Ivan Rakitic y En-Nesyri. El mexicano Jesús «Tecatito» Corona fue convocado, pero se quedó en el banquillo.
Precisamente de En-Nesyri fueron los dos primeros remates sevillistas, ambos de cabeza y desviados. Con ellos cortaba el arranque más ofensivo del Cádiz, que incluso protestó una mano en el interior del área visitante en la que no se señaló nada, al igual que ocurrió en otro penalti reclamado por los locales, esta vez por un posible derribo de Jordán sobre el uruguayo Pacha Espino en el minuto 20.
El miedo a perder parecía atenazar a ambos equipos. Los dos querían ganar y buscaban la portería contraria, pero con demasiadas imprecisiones que impedían hilvanar jugadas de peligro.
Tras 45 minutos sin un dominador claro y con un cabezazo del sevillista Nemanja Gudelj como oportunidad más clara para abrir el marcador se llegó al tiempo de descanso.
Negredo probó fortuna desde lejos nada más reanudarse el partido, pero sería el Sevilla el que iba a abrir la lata. A los cincuenta minutos, un saque de esquina puso en apuros a David Gil, que no pudo despejar bien y la pelota llegó a pies de Ocampos, que consiguió enviarla a la red, en una acción que protestó el equipo local al entender que no había sido córner.
Su técnico, Sergio González, movió fichas dando entrada a Chris Ramos y Bongonda para sustituir a Negredo y Alejo a la hora de partido, y a punto estuvo de llegar el empate, evitado por un poste cuando Fali remató desde dentro del área, aunque muy escorado, una pelota caída del cielo por una mala salida de Dmitrovic.
Ambos volvieron a ser protagonistas cuando el portero contactó con el central en otra salida muy protestada por los cadistas que el colegiado no consideró punible.
Se volcó el Cádiz en busca del gol, pero terminó encajando el 0-2. Un pase largo del francés Loïc Badé fue tocado con precisión por Bryan Gil para dejar a En-Nesyri mano a mano ante David Gil, que perdió la partida.
A la desesperada, Sergio dio entrada al hondureño Choco Lozano y a José Mari para sacar del campo al mediocentro de contención Fede San Emeterio y al lateral derecho Raúl Parra. Sin embargo, a punto estuvo de llegar el 0-3 en una contra bien llevada por el Sevilla que terminó con disparo flojo del argentino Erik Lamela que atrapó David Gil.
Con más corazón que cabeza atacó el Cádiz en los últimos minutos, pero no pudo recortar distancias y vio truncada su buena racha como local ante un Sevilla que arranca con triunfo la etapa de Mendilibar en el banquillo.