KANSAS CITY, Kansas, EE.UU. (AP) — La selección femenina de fútbol de Estados Unidos vio truncada su racha de 22 victorias en casa tras empatar el jueves 0-0 con Corea del Sur, que opuso una sorprendente resistencia.
Las estadounidenses se quedaron a una victoria de igualar su racha más larga de triunfos en la historia de la escuadra, conseguida de abril de 1993 a febrero de 1996.
“En resumen, esto es lo que depara la evolución de este deporte”, consideró el técnico de Estados Unidos, Vlatko Andonovski. “Los equipos a los que enfrentaron van a organizarse, a defenderse y a colocar a mucha gente en su área. Va a ser necesario que hagamos nuestro mejor esfuerzo para quebrar esos esquemas y ganar los partidos”.
El equipo femenino estadounidense continúa sin perder en 61 encuentros en casa, que incluyen 55 victorias y seis empates. Fue la primera vez que las estadounidenses no marcan gol en 60 cotejos de local.
El encuentro fue el primero de dos entre ambos conjuntos, que volverán a verse las caras el martes en St. Paul, Minnesota.
La guardameta Yoon Young-geul tuvo ocho intervenciones importantes, incluida una en un disparo a los 76 minutos de Carli Lloyd, que jugó su partido 315to con la selección estadounidense.
Antes del cotejo, la Federación de Fútbol de Estados Unidos hizo un reconocimiento a Lindsey Horan por disputar su 100mo partido con la casaca estadounidense —un hito que llegó en los Juegos Olímpicos de Tokio. Horan también fue nombrada capitana para el encuentro.
La selección estadounidense de mujeres tiene varias jugadoras lesionadas. Andi Sullivan estuvo marginada por una lesión menor en una rodilla, como se anunció antes del duelo.
Julie Ertz, Alyssa Naeher y Sam Mewis estuvieron en la convocatoria pero no disponibles debido a lesiones previas. Crystal Dunn y Christen Press optaron por no jugar.
El partido se realizó en el Children´s Mercy Park y tuvo un lleno de 18.467 espectadores.
El encuentro de la semana entrante será el último de Lloyd con la escuadra estadounidense. Anunció su retiro después de los Juegos Olímpicos de Tokio, donde Estados Unidos ganó la medalla de bronce.
El equipo femenino estadounidense había ganado antes los 13 partidos disputados contra Corea del Sur.