La primera semana de una temporada puede ser cruel. En especial para aquellos equipos que creen que por iniciar todos del mismo punto llegarán, también al mismo lugar. Nada más alejado de la realidad.
La NFL es una liga que no perdona carencias, lesiones o malas decisiones, es implacable y cobra caro cualquier error. Es también una liga que recompensa los procesos bien planeados, la preparación y la ejecución.
Al final del día todo se resume en dos palabras: Contendientes y pretendientes.
Los contendientes son un grupo de, tal vez 10 equipos, con aspiraciones reales de llegar al Super Bowl y, ultimadamente, sumar un Lombardi a sus vitrinas.
Los pretendientes son, bueno, todos los demás. Algunos con distintas expectativas y quienes están conscientes que su éxito se define en progreso y no en playoffs. A otros, la realidad los golpeará más fuerte.
LOS CONTENDIENTES
La lista empieza, obviamente, con el campeón defensor. Cuando se tiene a Tom Brady en los controles no puede ser de otra forma. Los Buccaneers llegan a la nueva campaña en una posición única al contar de regreso con los 22 titulares que le dieron a Tampa Bay el segundo Super Bowl de su historia. Si funcionó una vez, no tiene porque no funcionar una segunda ocasión.
Es difícil repetir como campeón, pero Brady se sabe el camino. Nadie lo ha hecho desde que Brady lideró a los Patrios de Nueva Inglaterra a títulos seguidos en 2003 y 2004.
“Tenemos que crear nuestro propio futuro, y eso es cuestión de actitud, empeño y preparación”, dijo Brady. “Nada de lo ocurrido el año pasado se trasladará a este año. Es un desafío completamente nuevo”.
Por otro lado, los Chiefs se han establecido claramente como el mejor equipo de la AFC con Patrick Mahomes detrás del centro. Dos participaciones consecutivas al Super Bowl son la única evidencia necesaria para respaldar dicho argumento. Con una ofensiva temible y una defensiva oportuna. Se necesitará de una sorpresa mayúscula para que algún otro equipo de la AFC cambie esa percepción.
El MVP vigente Aaron Rodgers llevó a los Packers a la final de la NFC por segundo año consecutivo. Pero una pretemporada turbulenta que amenazaba con convertirse en divorcio distrajo la atención del aspecto deportivo. Rodgers ha dicho que es su “Último Baile” en Green Bay. Michael Jordan concluyó el suyo con un título, ¿Podrá A-Rod hacer lo mismo en “Titletown”? Las piezas, indudablemente, están ahí.
“Todos sabemos lo que está en juego”, dijo Rodgers.
De la mano de Josh Allen, los Bills de Buffalo dieron un enorme salto hasta la antesala del Super Bowl el año pasado, cuando el equipo logró su primera victoria en playoffs desde 1995. Para la nueva temporada, los Bills agregaron piezas interesantes de ambos lados del balón con la esperanza de recortar la brecha respecto a los Chiefs y, quizá, vengar la derrota en la Final de Conferencia.
El año pasado, los Bucs se convirtieron en el primer equipo en jugar, y ganar, el Super Bowl en su propia casa.
Ahora, los Rams quieren repetir el truco.
“Es una gran motivación”, dijo el receptor Robert Woods. “Pero no necesitamos una motivación extra”.
Con Aaron Donald y la mejor defensiva de la NFL todo es posible, en especial ahora que el equipo adquirió al quarterback Matthew Stafford para potenciar a un ataque inconsistente. Sean McVay ha llevado a Los Ángeles a los playoffs en tres de sus cuatro temporadas y ahora con un plantel más completo, no tiene excusas.
LOS PRETENDIENTES
Hay un enorme contingente de equipos que parecen listos para dar un paso hacia adelante, ya sea que esto signifique protagonismo en postemporada, un lugar en playoffs o quizá la etiqueta de caballo negro. Son conjuntos plagados de talento y lastrados únicamente por un par de interrogantes. En la NFL no se necesita mucho más.
Los Browns, por ejemplo, parecen tener todas las piezas en su lugar, pero en la NFL actual llegarán únicamente tan lejos a donde Baker Mayfield sea capaz de llevarlos. Es demasiado pedir. En San Francisco la situación es similar y la interrogante persistirá hasta que el coach Kyle Shanahan se decida por un pasador ¿Será Jimmy Garoppolo o el novato Trey Lance?
Seattle, por su parte, tiene una ofensiva temible con el comando de Russell Wilson, aunque su defensiva está muy lejos de ayudar a la causa. El caso es idéntico al de Dallas con una defensa que amenaza con ser un obstáculo en lugar de un conducto para un ataque que tiene todos los ingredientes para ser espectacular.
“Creo que podremos ser la ofensiva número uno del fútbol americano, que alguien me diga lo contrario. Vamos por eso y estamos listos”, dijo Wilson.