Paul George volvió a convertirse en villano en el Juego 4 de la final de la Conferencia Oeste.
El estelar alero de los Clippers falló un par de intentos de tiro de castigo con menos de 10 segundos en el reloj que le aseguró el triunfo a los Suns por 84-80.
En un choque sumamente defensivo, con ambos ataques apagados, la visita sacó la mejor parte y tomó ventaja de 3-1 en la eliminatoria, poniéndose a sólo un paso de las NBA Finals. El choque número 5 se realizará el día de mañana una vez más en la Talking Stick Resort Arena.
La tercera fue la vencida para los pupilos de Tyronn Lue. Luego de empatar las dos series previas tras haber perdido los dos primeros choques, en esta fueron incapaces de igualar la contienda.
Y por oportunidades no se pueden quejar. Tras un inicio lento, donde se fueron muy rápido atrás por doble dígito, lograron despertar en el complemento.
Phoenix sacó 14 tantos de diferencia luego de la primera mitad. Pero en el tercer cuarto, los Clippers ganaron el parcial por 30-19 para dejar todo por definir en el último parcial.
El suspenso invadió un Staples Center que poco pudo hacer ante la falta de efectividad de la quinteta de casa. Los Ángeles apenas convirtió 27 de sus 83 lanzamientos para un 32.5% de efectividad en tiros de campo, y un 16.1% en triples.
Tampoco es que los Suns hubieran tenido una gran noche en esa estadística, con un 36% de efectividad en lanzamientos, pero lograron soportar la embestida de su rival en los últimos minutos. Por si fuera poco, vieron la expulsión de su gran figura Devin Booker en los minutos finales del encuentro.
Paul George, Reggie Jackson y el propio Patrick Beverley fallaron más de un tiro que le hubiera dado la voltereta al encuentro, y con ello Phoenix ve de cerca la posibilidad de disputar sus primeras NBA Finals en lo que va del siglo XXI.