Alejandro Irarragorri, propietario del Real Sporting de Gijón, aseguró este martes ante alrededor de 8.000 aficionados que acudieron a El Molinón para la presentación de las 9 incorporaciones realizadas para la temporada que arranca el próximo fin de semana que «toca devolverles lo que tanto han dado durante todos estos años».
El Sporting realizó la presentación de Cristo González, Gio Zarfino, Pablo Insua, Pol Valentín, Juan Otero, el mexicano Jordan Carrillo, Cali Izquierdoz, Jony y Cote que fueron aclamados por una ilusionada afición que está respaldando de manera masiva con la renovación de los abonos el nuevo proyecto rojiblanco.
Todos los jugadores saltaron al campo con la camiseta oficial del equipo a excepción de Cali Izquierdoz que lo hizo con la de entrenamiento ya que iba a protagonizar una de las sorpresas del acto pues su camiseta le fue entregada por una de las leyendas del sportinguismo como es el argentino Enzo Ferrero -uno de los mejores extremos izquierdos de la historia del futbol español y sin duda el mejor extranjero de la historia del equipo asturiano- ambos llegados al Sporting procedentes del Boca Juniors.
Ferrero, que fue aclamado por la grada a pesar de que la mayor parte de los presente ni siquiera le vio jugar pidió a Izquierdoz que aporte «su granito de arena para conseguir que el Sporting vuelva a Primera división«.
Izquierdoz, tras mostrarse «feliz» por su llegada al Sporting, prometió «dar lo mejor» de si para «devolver el cariño» que está recibiendo desde su llegada, algo que resaltaron el resto de fichajes en sus breves intervenciones».
Cote prometió «hacer las cosas bien para llevar el club a donde se merece» mientras que Jony manifestó que «hay poco que decir y mucho que hacer» y aseguró que «la plantilla es consciente de la ilusión generada» a la vez que señaló que los de casa tratarán de explicar a los nuevos «cuáles son los valores del club».
Cerró el multitudinario acto Alejandro Irarragorri quien dio las «gracias por su voto de confianza, su lealtad y su pasión» y aseguró que «ahora es el Sporting al que le toca devolverles lo que tanto han dado durante todos estos años» y pidió a los aficionados que «sean exigentes tanto en la cancha como fuera de ella».
El acto finalizó con una foto de familia en la que también estuvieron presentes los alumnos del actual turno del campus de Mareo.