CIUDAD DE MÉXICO (AP) — No importa tanto como se inicia un torneo sino como se termina.
Esa es la consigna de Pachuca en el tramo decisivo de la liga mexicana.
Los Tuzos comenzaron sin triunfos en las primeras nueve fechas del torneo Apertura. Ya nadie se acuerda de esas aciagas semanas. Tras haber eliminado a dos de los grandes del fútbol local, Pachuca tiene ahora en la mira a Cruz Azul en las semifinales.
El mal arranque puso en duda la gestión del entrenador uruguayo Paulo Pezzolano, pero la dirigencia apostó por la paciencia y, a partir de la décima fecha, el equipo hidalguense ganó seis de sus siguientes ocho para avanzar al repechaje.
Ya en la fase definitoria, los Tuzos dieron cuenta del Guadalajara y en los cuartos de final se impusieron al América.
“Llevamos jugando como 12 finales consecutivas y claro que fue un momento muy difícil y puertas para adentro estábamos sufriendo todos, así que ahora es una alegría enorme”, dijo Pezzolano. “Se viene Cruz Azul, otro partido durísimo”.
La Máquina lideró la fase regular, en la que empató una marca de triunfos consecutivos con 12 y se quedó a sólo dos de establecer un récord de puntos para un torneo corto en México — en disputa desde 1996.
Cruz Azul viene de imponerse en cuartos de final ante un Toluca que les vendió cara la derrota y se encuentra en semifinales por segundo torneo consecutivo. Su obsesión es romper una racha de casi 24 años sin proclamarse campeón de liga.
Pero antes deberán pasar por encima de Pachuca, en una serie que comienza el miércoles en el estadio Hidalgo.
“Matagigantes no somos, nos enfrentamos a los rivales que nos van tocando, ojalá no fueran estos, pero ya demostramos que somos duros y va a venir Cruz Azul que viene embalado, con excelentes jugadores y que fue el mejor del torneo”, comentó Pezzolano.
En Cruz Azul tomaron con calma el triunfo sobre los Diablos Rojos porque saben que su éxito o fracaso se juzgará con el título.
“Puede ser que seamos el único equipo grande que sigue en semifinales, pero de nada sirve si no lo sellamos con el campeonato”, dijo el delantero celeste, Santiago Giménez. “No podemos presumir nada todavía. Vamos a poder presumir cuando levantemos la copa y la verdad es que eso es lo único que estamos pensando nosotros”.
En la otra llave de semifinales, Santos procurará dar otra sorpresa al toparse con Puebla.
Los Guerreros requirieron un gol sobre la hora para dejar fuer a Monterrey, que se había clasificado a la liguilla como cuarto.
“Nadie no quiere enfrentar, de eso estoy seguro”, dijo el entrenador argentino Guillermo Almada. “Quizá otros planteles son más poderosos que nosotros, pero le vamos a dar batalla a cualquiera”.
Esa serie arranca el jueves en Torreón, el feudo de Santos al norte del país.
Puebla, tercero de la fase regular, tuvo que remontar para vencer al Atlas en los cuartos de final.
Dirigidos por el entrenador argentino Nicolás Larcamón, los poblanos disputan sus primeras semifinales desde el Clausura 2009.
“Siento mucho orgullo por lo que está haciendo este grupo de jugadores, orgullo por los que han creído en este recorrido y eso nos representa mucha ilusión”, dijo Larcamón. “Hoy se merecen estar en semifinales y dándole rienda suelta a los sueños”.