La visita de la máxima categoría al circuito de Imola el pasado fin de semana para disputar el Gran Premio de Emilia Romagna fue un regreso –por segundo año consecutivo- a una pista de la vieja escuela donde los errores se pagan caro por la ausencia de áreas de escape de asfalto y la cercanía de las defensas de neumáticos.
Eso ya quedó demostrado el sábado en la clasificación con el fuerte accidente de Yuki Tsunoda y se confirmó el domingo en la carrera, cuando pilotos muy experimentados como Lewis Hamilton, Max Verstappen y Fernando Alonso cometieron errores en condiciones de pista complicada tras la presencia de la lluvia antes del inicio y durante las primeras vueltas.
«Muchos pilotos tuvieron lo que uno describiría como momentos terribles. Max Verstappen incluso en el reinicio casi lo pierde, anduvo de costado en Rivazza», comenzó Damon Hill su análisis del gran premio en el podcast F1 Nation.
«Me hizo acordar a Stirling Moss, quien deliberadamente solía deslizarse cuando lideraba de una carrera para hacer creer a quienes lo seguían que estaba más resbaladizo de lo que estaba realmente. Me pregunto si quiso hacer lo mismo pero me temo que simplemente cometió un error».
«También vi a Fernando Alonso cometer un error camino a la parrilla de salida», destacó el campeón del mundo de 1996 sobre el despiste que sufrió el español previo a la carrera en su camino a la parrilla de salida. «Pienso que la pista demostró que todos son vulnerables. Vimos muchísimos errores».
Claramente el accidente más fuerte del fin de semana y el que más ruido generó fue el que protagonizaron George Russell y Valtteri Bottas cuando el piloto de Williams intentó adelantar al de Mercedes pero terminó impactando violentamente contra su rival al pasar por una parte mojada al costado de la pista.
Hill cree que la inmediata respuesta de Russell tras el incidente es una muestra del desconcierto que causó el circuito de Imola en los pilotos, si bien ya lo conocían de la pasada temporada pero no en condiciones de mal tiempo.
«Los pilotos se vieron sorprendidos por las dificultades de la pista. Creo que eso se puede extrapolar a la reacción de George Russell después de ver que no era tan fácil adelantar por dentro en una pista mojada a 320 km/h. Pero así es como solía ser».
El ex piloto británico fue más allá en su análisis al apostar sobre lo que Ayrton Senna y Roland Ratzenberger, quienes fallecieron en Imola en 1994 por diferentes accidentes, sentirían si pudieran ver la Fórmula 1 de estos tiempos, que se centró específicamente en mejorar la seguridad de las pistas y los coches tras aquel trágico fin de semana en que murieron el brasileño y el austriaco.
«Lamento decirlo pero la pista fue modificada después de 1994. No podemos decir esto con certeza pero pienso que si Roland y Ayrton pudieran regresar hoy estarían horrorizados con algunos de los cambios porque pienso que encontraron que los desafíos de la F1 son también el riesgo y la dificultad y quizás penalizar por errores. Y estoy seguro que habrá gente que se enojará con esto».
«Pero creo que es muy fácil si puedes cometer un error y simplemente volver a la pista después. Si puedes ir a fondo por una curva y la penalidad es que solo pierdes tiempo porque te sales al asfalto y puedes volver a la pista, entonces eso no pone a prueba al piloto», finalizó Hill, no sin abrir una polémica en sus palabras.