El 10 de abril de 1988, se vivía un domingo cualquiera en Madrid.
El Real Madrid jugaba contra el Logroñés en la Jornada 32 del torneo español, un juego que sería de trámite para los Merengues.
Así fue, pero un momento pasó a la historia. Corría el minuto nueve del juego, cuando Martín Vázquez, integrante de la ‘Quinta del Buitre’, recibió el balón en la banda izquierda y tiró un centro con dirección a Hugo Sánchez quien merodeaba en el área.
Hugo se adelantó un poco al balón, midió el momento y tal y como lo había hecho antes ejecutó su valiosa maniobra, la chilena o Huguinha, como él la llamó, conectó el balón con su pie zurdo en el punto más alto y lo mandó al ángulo superior derecho…
Todos en el Bernabéu saltaron asombrados y sacaron los pañuelos blancos mientras el mexicano daba su famosa pirueta de celebración.
Logroñés al revés significa Señor Gol.