LOUISVILLE, Kentucky, EE.UU. (AP) — Scottie Scheffler estuvo esposado antes del amanecer, en la parte posterior de un vehículo policial. Su rutina de calentamiento comenzó en la celda de una cárcel.
Y una seis horas después, firmó una tarjeta notable de 66 golpes, cinco debajo del par de campo, con lo cual está en la pelea dentro del Campeonato de la PGA.
Xander Schauffele, quien había comenzado con un marcador récord de 62, no quiso permitir que la oscuridad interrumpiera su ronda. Tuvo que conformarse con pares en sus últimos siete hoyos para una ronda de 68.
Su acumulado es de 130 impactos, 12 bajo par y uno adelante de Collin Morikawa, quien hilvanó cinco birdies en la recta final sólo para cerrar con un bogey y con un 65.
Tiger Woods incurrió en dos triples bogeys y no pasó el corte.
Pero todo eso fue lo menos importante, en un día con hechos difíciles de creer.
“Siento que la cabeza me da vueltas todavía”, reconoció Scheffler.
El golfista número uno del mundo, campeón del Masters, conducía hacia Valhalla aproximadamente a las 6 de la mañana y se topó con un tráfico intenso. No sabía que la policía investigaba el caso de un peatón, identificado como John Mills y quien trabajaba para un vendedor en el torneo.
Mills fue embestido por un autobús y murió.
Scheffler fue arrestado por no acatar las indicaciones de la policía. El reporte del arresto indicó que un agente de la policía Metropolitana de Louisville fue arrastrado y cayó al paso del automóvil de Scheffler.
El policía sufrió inflamación y raspones en la muñeca izquierda.
Scheffler dijo que hubo una “situación caótica” y que nunca pretendió desobedecer las instrucciones policiales.
“Fue un gran malentendido, no puedo imaginar por lo que ellos están pasando. Lo siento por ellos”, añadió, en referencia a los familiares de la víctima. “Mi situación se arreglará”.
Scheffler fue esposado y arrestado por una agresión en segundo grado y otros tres cargos. El ganador del saco verde del Masters posó para una foto al ser fichado, con vestimenta anaranjada de la cárcel.
Pudo ver desde su celda el video de su arresto en ESPN.
El corazón le latía al límite. Su cuerpo temblaba.
“Sí pasé algo de tiempo estirándome en una celda. Fue la primera vez que me pasa esto”, contó. “Simplemente estaba sentado ahí, esperando, y comencé a calentar. Sentí que había la oportunidad de salir y jugar. Empecé a hacer mi rutina y traté de relajarme lo más que pudiera. Tuve suerte de volver y jugar hoy algo de golf”.
No sólo eso. Envió un golpe con el wedge a tres pies de su primer hoyo para un birdie. Fue sólido del tee al green, realizó pocos putts y tuvo una ronda que figuró entre sus mejores, tomando en cuenta las circunstancias.
“En cuanto a las mejores rondas de mi carrera, yo diría que ésta estuvo bastante bien”, consideró. “Definitivamente nunca imaginé ir a la cárcel. Nunca imaginé ir a la cárcel la mañana previa a una de mis horas de salida”.
Practicó un poco después de su ronda, firmó algunos autógrafos y trató de volver a la rutina, previendo un desgastante final de torneo.
Ello fue evidente por los marcadores. Valhalla presenta un campo blando y pocas posibilidades de defensa. Y el poco viento no facilitó la situación.
Morikawa emergió del recorrido matutino con un acumulado de 131, 11 bajo par. Schauffele lo rebasó.
Scheffler se situó en 133, junto con Thomas Detry (67) y Mark Hubbard (68).