Escúchenlo, escúchenlos, Lalo Aguirre y Santos Laguna aseguraron la final o eso parece. Tiene que suceder una tragedia para que los Guerreros pierdan su boleto. El Mudo es de pocas palabras, pero con goles se hace notar. Eduardo guío el triunfo albiverde 3-0 sobre Puebla y la serie casi está liquidada.
La Casa del Dolor Ajeno fue eso para el Puebla. En 40 segundos estuvieron contra las cuerdas y a pesar de que tuvieron múltiples ocasiones de anotar sus yerros y Carlos Acevedo impidieron otro resultado. La Franja le reza a una proeza para darle la vuelta a lo acontecido en Torreón.
Todo lo que ideó Nicolás Larcamón para hacerle frente al Santos Laguna se derrumbó rápido. Literalmente fue un gol de vestidor. Juan Segovia entró adormilado, el argentino regaló un saque de banda y en la continuación de esa jugada Emilio Orrantia puso el balón en el área, Aguirre lo cazó y lo metió a la red. Todo sucedió en menos de un minuto.
El ánimo poblano no se perdió. Maxi Araujo igualó pronto el marcador, pero su tanto se anuló por un fuera de lugar de Amaury Escoto. El juego se complicó para los poblanos por la lesión de Maximiliano Perg.
La batalla entre albiverdes y albiazules superó el gris espectáculo que dieron Pachuca y Cruz Azul la noche anterior.
El primer tiempo terminó con 11 remates a la portería del Puebla y 7 del Santos Laguna. Esa estadística evidenció lo entretenido que fue el juego.
La Franja mereció más. Los camoteros bombardearon a Carlos Acevedo. Maxi Araujo y George Corral estuvieron cerca de anotar con remates idénticos, tiros rasos a la base izquierda de la portería, pero Carlos sacó los dos disparos. Félix Torres fue el otro héroe en un remate de Amaury Escoto que tapó en la línea.
Puebla lo buscó, su gente no les puede reprochar nada, pero la suerte no los acompañó. En pleno acoso enfranjado Lalo Aguirre dejó fríos a los poblanos con su segunda anotación.
Los jugadores descansaron, sin embargo, el vértigo regresó. Omar Fernández se sumó a los fallos. El colombiano erró frente a Acevedo.
Puebla se desesperó, vinieron tarjetas amarillas, distracciones y eso derivó en el tercer gol de los Guerreros. Ayrton Preciado cerró el ataúd.
Santos tiene una ventaja cómoda, sólo una tragedia les quita la final.