AUGUSTA, Georgia, EE.UU. (AP) — Justin Rose se mostró contento por ocupar la cima el viernes en el Masters, aunque fuera con una ventaja mínima, en una jornada en que debió remontar tan sólo para firmar una tarjeta igualada en par.
Y pese a que las condiciones del campo no fueron tan atroces como en la jornada anterior, los dos golfistas que salieron justo después de Rose tuvieron motivos para sentirse fascinados tan sólo por seguir compitiendo en el certamen.
Uno de ellos fue Brian Harman, quien hace un mes se ubicaba apenas entre los 100 mejores del mundo hasta que dos buenas semanas lo catapultaron. El otro fue Will Zalatoris, de 24 años, quien al comienzo de la temporada anterior estaba en las ligas menores.
De hecho, Zalatoris no tiene todavía una credencial de la Gira de la PGA con plenos derechos.
“Yo quería estar acá toda mi vida”, dijo después de conseguir birdies en sus últimos tres hoyos para una ronda de 68 impactos, cuatro debajo del par. “Algunas personas no lo dirían. Pero yo estoy emocionado por estar aquí. No tengo ahora motivo alguno para sentirme intimidado. Llegué acá y, obviamente, el trabajo no está completo de ninguna manera”.
En cambio, la tarea terminó para el campeón defensor Dustin Johnson, quien incurrió en bogey en tres de sus últimos cuatro hoyos, para una tarjeta de 75 que le impidió pasar el corte por dos golpes.
Para los que sí avanzaron, el desafío apenas comienza.
Diez jugadores se ubican a tres golpes de Rose, quien firmó un 72 y tiene un acumulado de 173, siete bajo par. En ese grupo figura el excampeón del Masters, Jordan Spieth, quien viene de conquistar el Abierto de Texas la semana pasada y comienza a lucir como antaño.
No es que sea un veterano. Cuenta apenas 27 años.
“Después de un triple bogey y de cinco hoyos por encima de par en dos rondas, me siento muy bien por estar cinco abajo”, dijo Spieth, quien consiguió un recorrido de 68.
Tres golpes atrás está Si Woo Kim, quien disputó los últimos cuatro hoyos sin un putter que había roto en un arranque de frustración. Luego de tres putts para bogey en el 14 y de un tiro que estuvo cerca de pasarse del green del hoyo 15, el surcoreano azotó el palo en el césped y lo dañó”.
Kim usó un metal de fairway para cerrar con cuatro pares y una ronda de 69. Cuando se le preguntó si tenía un putter de repuesto, respondió: “No, y no quiero decir más. Lo siento”.