El Real Madrid sufrió mucho en el Sánchez Pizjuán ante un Sevilla que entregó el alma porque vio el juego contra los Merengues como la oportunidad ideal para salir de su crisis de resultados y por poco le sale el sacarle un susto a los d Carlos Ancelotti que apenas pudieron empatar 1-1 para mantener la cima del torneo.
Con Iván Alonso el Sevilla es otro, se convirtió en un equipo más aguerrido, que lucha y que busca el arco rival y todos esos ingredientes fueron los que complicaron demasiado al Madrid.
En el primer tiempo los visitantes pudieron ponerse al frente en dos ocasiones, pero primero el VAR les quitó un gol y luego a Bellingham el silbante le negó esa posibilidad al detener el partido por un jugador del Sevilla tendido en el césped.
El Madrid fue perdiendo protagonismo con el pasar de los minutos en el complemento, y el calor del juego fue creando diferentes roces entre los jugadores como el que tuvieron Rüdiger y Sergio Ramos, donde el exmadridista le jaló los cachetes al alemán.
En una jugada a balón parado el Sevilla se puso al frente en el marcador con un autogol de Alba, el austriaco en su afán de rechazar el balón con la cabeza terminó sorprendiendo a Kepa.
Los Merengues tuvieron que remar contra corriente y encontraron en su arquero la inspiración para ir al frente y es que e arquero con tremendo atajadón evitó la caída de su marco.
Cuatro minutos después de verse abajo en el marcador Carvajal en un tiro de esquina remató de cabeza para conseguir el tanto del empate y con eso calmar las aguas de un juego que siguió calientito.
Este duelo ante Sevilla le sirvió de calentamiento a los blancos para lo que viene la siguiente semana en el Clásico de España contra Barcelona, partido que de ganarlo tendrá todavía mayor ventaja sobre los Blaugranas en la clasificación.
