Por Marco Antonio Domínguez Niebla /AGP DEPORTES
Randy White, de 1975 a 1988, coronó su estancia muy temprano: campeón, ganador del Super Bowl XII sobre Broncos de Denver. MVP, además, de ese encuentro cuyo marcador terminó 27-10. Entonces compartió la distinción con su compañero de equipo, Harvey Martin, también defensivo. «Es la única vez que ha pasado», comentó durante una convivencia con prensa y aficionados en el gimnasio Ensenada Fitness.
A Don Smerek le tocó una etapa posterior, de 1980 a 1987, pero logró sobresalir como jugador de la Estrella Solitaria cumpliendo cuando las lesiones se lo permitieron.
Los dos tuvieron como mentor a Tom Landry, aquel elegante entrenador en jefe que condujo a los Cowboys por 29 temporadas con dos campeonatos.
Y están en Ensenada para cumplir con sus sesiones Hino Medical Center, centro especializado en tratamientos con células madre, donde atenúan las consecuencias de su trayecto en los emparrillados.
«Hay más cuidados, protección a los jugadores, pero el juego sigue siendo el mismo», consideró Smerek en torno a las medidas tomadas por NFL para evitar secuelas de los protagonistas en la medida de lo posible.
Los dos resaltaron las atenciones que reciben en la clínica ensenadense, a donde acuden periódicamente, pues no solo es el aspecto médico el que les garantiza mejoría, sino también el factor humano que los lleva a compartir experiencias con el resto de los pacientes.
En México, los Vaqueros ganaron una afición desde que la televisión abierta transmitió el Super Bowl ganado en 1978 y los que perdieron con Pittsburgh en 1976 y 1979.
«Nunca imaginé qué tan fuerte era la afición en Texas con tanto hispano apoyándonos. Y cuando vengo a México he hecho amigos y disfruto el país y a su gente que me muestra su entusiasmo por ser Cowboy-fans, es una gran afición”, dijo White sobre el arraigo ganado por el equipo desde los años setenta.
De su designación como Jugador Más Valioso del Super Bowl de 1978, consideró que todo el equipo cumplió una actuación colectiva redonda y pudo ser reconocido desde el mariscal de campo Roger Staubach hasta Ed «Too Tall» Jones y cualquiera de sus compañeros.
Lo que ambos comparten, además de las ocho temporadas que compartieron como integrantes de Cowboys, es el respeto por Tom Landry. «Un gran maestro, una persona especial», describió White.
«Mucha gente puede entrenar pero él lo hacía con todas las lineas, sabía todos los secretos. Nos daba el conocimiento y así tomábamos la confianza para solucionar los problemas en el terreno de juego, nos daba lecciones de vida, un hombre cristiano y por 14 años nunca lo vi perder el control, se molestaba y con la mirada lo transmitía».
En ese sentido, Smerek recordó a Landry como «un gran líder» que en su caso prolongó una carrera que, por las lesiones, pudo acabar de forma prematura.
«Me hizo continuar reforzando mi fe Y siempre estaré en deuda con él, por el apoyo que me brindó para seguir varios años más», refirió.
De los actuales Vaqueros dirigidos por Mike McCarthy, Randy White estimó que Dak Prescott, el mariscal de campo, «ha mejorado en cuanto a fundamentos y el equipo cuenta con jóvenes que crecen y que irán adquiriendo confianza con los triunfos conseguidos».
«Les tengo confianza y los apoyo», agregó.
En Ensenada, las dos leyendas de Dallas firmaron autógrafos y se fotografiaron con seguidores de la ciudad, así como con un grupo que se trasladó desde Tijuana.