“Quiero volver a vivir esa experiencia”: Vanessa Hernández

Para Vanessa Hernández las 40 horas de traslado de la Ciudad de México a Jeddah, quedaron en el olvido cuando un levantamiento de 92 kilos en arranque fueron suficientes para ganar la medalla de oro en el Campeonato Mundial Sub 17 de Levantamiento de Pesas.

El pasado 11 de octubre, la mexicalense hizo historia en el mundial avalado por Federación Internacional de Levantamiento de Pesas, en Arabia Saudita, donde se convirtió en la tercera bajacaliforniana en ganar medalla de oro y la tercera bajo las órdenes de José Manuel Zayas.

“Me siento muy contenta, muy feliz por el resultado, fue una experiencia muy bonita haber ganado medalla en mi primer mundial, haber ganado oro en arranque”, comentó la campeona mundial en arranque en su regreso a los entrenamientos en el Gimnasio de Pesas de la Ciudad Deportiva.

Ese día histórico, el lunes 11, Vanessa sostuvo una férrea batalla con la georgiana Natia Gadella y la iraní Yekta Jamali, quienes fueron plata y bronce con 91 y 90 kilos, respectivamente, aunque la representante del Medio Oriente buscó los 93 para arrebatarle el oro a la mexicana.

“Recuerdo que tenía muchos nervios por subirme a la tarima, pero ya con el primer levantamiento ahí se fueron todos los nervios, en los demás ya estaba emocionada, pero me sentía un poco bajo presión porque estaba peleando la medalla de oro, cuando hice el levantamiento (de 92 kilos) me sentí muy feliz.

“Pero faltaba que le diera la otra persona, de Irán, cuando la falló me sentí muy feliz, grité y salté, me emocioné mucho, me abrazaron los entrenadores que me estaban apoyando, me felicitaron, también entrenadores de Venezuela y otras competidoras, estuvo muy bonito”, señaló.

Las horas de sacrificio y esfuerzo, desde hace años, habían valido la pena, fue un momento de alivio, de emoción, de sentirse orgullosa de ella misma, en un país lejano y lejos de su gente, familia, su entrenador en Baja California y amigos de levantamiento de pesas.

“Me acordaba de muchas cosas”, aseguró, “de mis entrenadores, de mi familia, de todos los que me han apoyado para llegar a ese momento, no me la creía que había ganado una de oro, quería llorar de emoción, sentí muy bonito cuando me pusieron la medalla, sentí que estaba poniendo en alto a mi país”.

La campeona mundial en arranque, en la división de 81 kilos, jamás olvidará ese momento, en especial porque se trataba de su primera competencia de ese nivel, una experiencia que espera volver a vivir.

“Espero volver a vivir esa experiencia, me voy a preparar para eso y ahora si voy por las tres medallas de oro, este fue mi primer mundial, el primero de muchos espero, está muy padre la experiencia, se siente muy bonito tener esos resultados”, señaló.

Tampoco olvidará a un país en el que se les prohibió mostrar sus hombros, ropa ajustada y shorts que mostrarán sus piernas, aunque no tapadas al nivel de las mujeres árabes.

“Nos pusieron unas reglas que teníamos que seguir”, indicó, “no mostrar los hombros, ni hombres ni mujeres, tampoco podíamos usar short, ni pantalones muy pegados, era ropa suelta, nada que mostrara el cuerpo, usábamos licras pero no salíamos del hotel para no tener alguna multa”.

La estudiante de tercer semestre en el Plantel Mexicali I, está de vuelta en el gimnasio y con el objetivo de volver a vestir los colores nacionales, sin importar las horas de viaje, para regresar a una justa mundialista juvenil.

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