En un partido dramático para definir quien avanza a Cuartos de Final, Puebla recibió a Chivas en el Repechaje y tras empatar a dos goles en el Estadio Cuauhtémoc, la Franja terminó clasificando a la Liguilla tras imponerse en tanda de penales.
El héroe de la tanda de penales fue el arquero Anthony Silva, quien le atajó el último cobro a Alejandro Mayorga, cuando la definición se fue a muerte súbita.
La definición desde los once pasos terminó 6-5 a favor de los poblanos, donde Carlos Cisneros, César Huerta y Mayorga fallaron por el Guadalajara y solo Daniel Álvarez y Javier Salas erraron por los locales.
El Puebla de Nicolás Larcamón es un equipo con estrella, de esos capaces de mostrar su brillo en momentos complejos, tal y como sucedió en el Repechaje ante Chivas, club saboreó el pase a la Liguilla hasta el minuto 89 y que al final coronó un mal semestre con la eliminación.
Un gol de último minuto mantuvo el sueño enfranjado, que buscará ahora repetir la gesta del semestre anterior donde llegaron a Semifinales de la mano de Anthony Silva, quién atajó tres penales.
El ángel poblano voló para poner de nuevo a uno de los clubes más humildes de la Liga MX en la Fiesta Grande.
El equipo rojiblanco tuvo un comienzo inmejorable, ya que además de llevar el partido a la mitad de la cancha poblana pudo irse al frente apenas transcurridos seis minutos tras una jugada bien tejida que finalizó Isaac Brizuela.
El Conejito se metió al centro del campo y ahí encontró un balón que acomodó para soltar un disparo raso, inalcanzable para Anthony Silva, tanto que le dio las armas a Michel Leaño para manejar el partido, aunque un descuido lo arruinó todo.
El Rebaño trató de ser inteligente, de mantener el control del balón en vez de replegarse, pero su estrategia fue desarmada con un penal inocente de Gilberto Sepúlveda sobre Cristian Tabó al borde del área. Claro, a pesar de que los rojiblanco lo reclamaron.
Tabó, quien tomó la estafeta de líder ante las múltiples salidas, se encargó y lo cobro con un riflazo que colocó por el centro, imparable para quien fuera.
Para fortuna de los aficionados, el partido cambió en la segunda parte, gracias a un Puebla más ambicioso que buscó opciones vía Javier Salas y el propio Tabó, aunque sus intentos acabaron por ser apagados por Raúl Gudiño. Detonó un ida y vuelta qué acabaría por ser aprovechado por los visitantes.
En el minuto 62, de nueva cuenta apareció Brizuela, esta vez para mandar un centro exacto a Alejandro Mayorga, quien se tendió solo para empujarla y desatar la locura de sus miles de aficionados presentes.
Ese tanto de nuevo llevó a Marcelo Michel Leaño a pedirle a los suyos que controlaran el partido en vez de meterse atrás. Orden, sí, aunque sin la mezquindad por la qué optan otros, estrategia que estuvo muy cerca de darle los frutos deseados, de no ser por un gol de último minuto de Lucas Maya.
En los penales, poblanos y rojiblanco lo llevaron hasta la muerte súbita, en donde las fallas de Cisneros, Huerta y Mayorga ante un descomunal Silva marcaría el destino de ambos.