Dicen que el dinero no compra la felicidad y al París Saint-Germain le ha costado cientos de millones de dólares esa obsesión llamada UEFA Champions League, pero el resultado siempre es el mismo. En la misma tónica de las temporadas previas, el PSG fue eliminado, esta vez por el Bayern Munich en los Octavos de Final.
Lo que era visto como un Dream Team cuando se ensambló, hoy no es más que un equipo del montón a nivel continental. Ni la llegada de Lionel Messi ayudó a los franceses a trascender en la Champions; este miércoles fue un fantasma, Kylian Mbappé lo buscó él solo contra el mundo y siempre topó con pared… Y Neymar ni sus luces porque, como es una constante, está lesionado.Recomendadas
El segundo equipo más rico en plantilla del planeta -según valores de Transfermarkt- no pudo hacer un solo gol en 180 minutos de eliminatoria. Los franceses se despidieron este miércoles con un 2-0 en el Allianz Arena y un 3-0 en el marcador global, en lo que parece el fin del camino para Messi y Neymar en PSG.
El conjunto parisino no tuvo las armas para reaccionar tras perder el juego de ida en la capital francesa por la mínima diferencia. En un mal intento de salida, terminó por cavar su tumba para despedirse de este torneo que ya tiene cuatro de los ocho invitados a la siguiente instancia.
Igual que en el primer duelo, los alemanes fueron mejores en el terreno de juego. Dominaron la pelota, tuvieron las mejores y más claras llegadas de gol, sin embargo, la que parecía más fácil la tuvo el PSG en la segunda mitad, luego de un error del portero Yann Sommer. Con el marco solo, la pelota le quedó a Vitinha, quien sacó un disparo sin mucha fuerza y antes de que cruzara la línea de gol, la pierna salvadora de Matthijs de Ligt se atravesó para evitar la caída de su portería y mantener el 0-0.
Minutos después, en un intento de salida en su propia área, Marco Verratti perdió el esférico con Leon Goretzka, el mediocampista la tocó para Maxim Choupo-Moting, quien solo tuvo que empujar el esférico para poner el 1-0 del Bayern en la Vuelta y el 2-0 en el global.
El golpe fue contundente para la visita, que limitó sus respuestas en ofensiva a dos cabezazos de Sergio Ramos en tiro de esquina, uno que pasó muy cerca del poste y otro que salvó Sommer con una gran atajada.
Ya con el rival entregado, Serge Gnabry, quien tenía algunos minutos en el terreno de juego, fue el encargado de poner números definitivos, haciendo el segundo de la noche y el tercero de la serie, la cual dominaron los alemanes de inicio a fin, colocando su nombre en la sección de favoritos a quedarse con la Orejona de este año.