La chicharra final sonó en los Juegos Olímpicos, Estados Unidos ganó la medalla de oro y Gregg Popovich contuvo sus emociones al menos por unos minutos.
Le dio la mano al entrenador de Francia Vincent Collet. Consoló a algunos de los jugadores franceses que tuvieron que conformarse con la plata. Su expresión no cambió.
Después cruzó la cancha, dirigiéndose a un pequeño grupo en las primeras filas de las gradas. Ahí comenzaron a fluir las emociones, cuando se acercó al grupo que incluía a Ime Udoka, Will Hardy, Chip Engelland y Jeff Van Gundy. Las personas que sacrificaron su verano para ayudarle.
“Aún estoy sonriendo”, dijo Popovich.
Las amistades le importan más que los triunfos a Popovich.
Es por esto que sigue entrenando. Y si Popovich sabe cuánto tiempo más estará entrenando, no lo dice. Pero el último capítulo de su carrera como técnico está por llegar. Cumple 73 años en enero. Está en su 26ma temporada con San Antonio. Ha enfrentado a 158 entrenadores distintos en la NBA o casi la mitad de todos los que han entrenado en las 75 temporadas de la NBA.
Su currículum es larguísimo. Es cinco veces campeón de la NBA, entrenó a un equipo olímpico que ganó oro y es alguien que estará en el Salón de la Fama cuando se retire.
Esta temporada, es el entrenador más longevo de la liga con una de las alineaciones más jóvenes que haya tenido.
Dicho todo esto, probablemente la medalla de oro no dejó a Popovich pensando que ese era todo. Parece que le dio fuerza.
Popovich se graduó de la Academia de la Fuerza Aérea, consideró una carrera de espía, intentó formar parte del equipo olímpico de 1972 y habla sobre asuntos políticos. Los Juegos de Tokio eran más importantes de lo que quiso admitir.
“Creo que Pop nunca sintió tanta presión como sintió ahora por hacer algo por su país”, dijo James Borrego, quien fue asistente de Popovich y actualmente dirige a Charlotte y “Portar el nombre USA en su pecho, sintió una gran responsabilidad de producir, ganar el oro y tener un buen producto”.
No es distinto ahora con los Spurs. Solo quiere un gran producto.
Nadie los tiene como contendientes al título, lo cual le sienta bien a Popovich. No le importa que en una liga en las que las superestrellas son los líderes, los Spurs no tienen superestrellas. Es un equipo que jugará con velocidad y simpleza esta temporada. Dice que tiene que disfrutar entrenar a un equipo como este.