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Trece meses después de su brutal accidente automovilístico, Tiger Woods culminó el jueves su asombroso regreso al golf con una sólida primera ronda en el Masters de Augusta, concluyendo un golpe por debajo del par del campo.
El legendario golfista, de 46 años, firmó una tarjeta de 71 golpes (1 bajo par) que lo dejaba en el grupo en décimo lugar y se retiró del campo con una sonrisa en medio de una enorme ovación de sus aficionados.
El liderato provisional lo ocupaba el australiano Cameron Smith, con 68 golpes (-4), seguido de un grupo formado por el estadounidense Scottie Scheffler, número uno de PGA, y el chileno Joaquín Niemann, con 69 (-3).
Comenzando antes que la mayoría de favoritos, Woods llegó a colocarse en el segundo puesto provisional de la tabla durante un recorrido en el que ofreció espectaculares golpes que enardecieron a los aficionados, firmando tres birdies y dos bogeys.
A la vez también lució algunas dificultades para recorrer el desafiante Augusta National Golf Club, producto de las múltiples fracturas sufridas en el accidente de febrero de 2021, que estuvieron cerca de causarle la amputación de la pierna derecha.
Con pantalón oscuro y camiseta fucsia, Woods comenzó su recorrido rodeado de una multitud de aficionados entusiasmados por ver de nuevo a su ídolo.
La primera gran ovación para Woods llegó con un golpe de 218 yardas (200 metros) que le dejaba a las puertas de su primer birdie en el desafiante quinto hoyo.
Por primera vez el ‘tigre’ se permitió una breve sonrisa que poco después se tornó en una mueca de decepción cuando un asequible putt de 4,5m rodó dentro del hoyo y escapó otra vez al campo.
Pero el ‘tigre‘ empezaba a entrar en calor y lanzó un fabuloso golpe de 180 yardas (165m) en el sexto hoyo para su primer birdie, que lo colocaba por debajo del par en el grupo en segundo lugar.
Woods no pudo mantener el ritmo y tropezó con su primer bogey en el octavo hoyo cuando tenía la opción de colocarse en el liderato provisional.
En el noveno envió el golpe de salida hasta los árboles pero acabó evitando el bogey para cerrar en par la primera parte del recorrido.
Woods firmó su cuarto birdie en el hoyo 16, celebrado con su primer puño al aire, y cerró los dos últimos en par para marcharse con un gesto de satisfacción tras más de cinco horas de jornada.
Como él mismo había pronosticado, Woods encontró su mayor desafío de la jornada en recorrer a pie el ondulado campo de 7,510 yardas (6,8 kilómetros) de longitud, donde siempre ha pasado el corte en sus 23 participaciones anteriores.
Jugando a su lado, el chileno Niemann, quien no había nacido cuando Tiger ganó su primer Masters en 1997, firmó una excelente ronda de 69 golpes (-3), que lo dejaban en el tercer lugar provisional.
Frente a su ídolo, el chileno se ganó reacciones de asombro tras un fabuloso eagle de 105 yardas (96m) en el noveno hoyo.
Mientras el grupo de Woods acaparaba la atención, el español Jon Rahm y el resto de favoritos al título también arrancaron sus primeros recorridos.
Rahm, que persigue su segundo trofeo de Grand Slam, protagonizaba un flojo arranque de jornada con un balance de +1 en los primeros ocho hoyos, en los que sumaba un bogey sin birdies.
El español es uno de los cinco golfistas que podrían arrebatarle el número uno mundial a Scheffler, que lleva apenas dos semanas en el trono.
Aunque estuvo fuera de competencia un total de 508 días, Woods ha recalcado que si participa en Augusta es porque cree que puede alcanzar su sexta chaqueta verde, con la que igualaría el récord de Jack Nicklaus.
Augusta es un escenario icónico de la legendaria carrera de Woods, donde 25 años atrás abrió una nueva era en el golf con el primero de sus 15 títulos de Grand Slam y el primero de un golfista negro en Augusta.
En 2019, tras 11 años sin alzar un trofeo grande, firmó una de las grandes resurrecciones deportivas al conquistar su quinto Masters.
El mundo del deporte estaba en vilo desde que la semana pasada Woods se presentó en Augusta, escenario de su último torneo oficial en noviembre de 2020, para comprobar si estaba listo para su regreso.
El estadounidense quiere competir en algunos eventos señalados de PGA pero pocos esperaban que esto ocurriera en el primer Grand Slam del año.
Con un físico ya maltrecho por una decena de cirugías de rodilla y espalda, Woods pasó casi un mes hospitalizado después de chocar con su camioneta a casi 140 km/h en un suburbio de Los Ángeles.
