Wimbledon se le entregó a Rafael Nadal, no solo por su calidad en la cancha en momentos difíciles sino también porque le reconocieron que se aguantó los dolores en la zona abdominal que sintió durante el partido ante Taylor Fritz. El español avanzó a su octava semifinal del Grand Slam tras vencer al estadunidense por 6-3, 5-7, 6-3, 5-7 y 6-7(4/10) en cuatro horas y 20 minutos de partido.
Fritz se vio sólido en su juego y se llevó la primera manga, mientras Nadal no lucía bien.
El español pidió ayuda médica en el segundo set, instantes después se fue a vestidores. Desde la banca, su papá lo alentaba a dejar la pista. El español regresó con todo; se impuso 5-7.
Las molestias continuaron y Nadal con gestos de dolor no cedía. El público le aplaudía, lo apoyaba, entre ellos David Beckham. Fritz aprovechó y se apuntó el tercero.
Al inicio del cuarto, Nadal de nueva cuenta pidió ayuda, pero volvió para apuntarse el set. Lo forzó a un quinto.
En el último set, el español sacó a relucir su calidad sobre la hierba para llevar el duelo al extremo. Dio sus mejores golpes y devoluciones para sentenciar el encuentro.
Por el pase a la final, se medirá a Nick Kyrgios, quien eliminó al chileno Cristian Garín por 6-4, 6-3 y 7-6 (7/5).