PITTSBURGH (AP) — La NFL solía paralizarse cuando los Steelers de Pittsburgh y los Patriots de Nueva Inglaterra se enfrentaban.
Ahora no es tanto el caso. El enfrentamiento del jueves por la noche podría merecer un vistazo. Si acaso.
Los equipos que se medirán en el césped del estadio Acrisure no contarán con quarterbacks que serán futuros integrantes del Salón de la Fama al mando. No pelean por tener la ventaja de local en los playoffs o un sitio en el Super Bowl.
Los Patriots (2-10) simplemente están buscando algo, lo que sea, sobre lo que puedan construir en medio de una racha de cinco derrotas al hilo que tiene a un equipo acostumbrado a seleccionar con el último pick de cada ronda del draft casi cada año durante la era de Tom Brady a tal vez tener la primera selección global.
Los Steelers (7-5) están mejor colocados en la tabla de posiciones, pero parece que no se pueden desmarcar de la mediocridad. Se les escapó la oportunidad de tomar aire y mejorar su posición en la carrera por un lugar como equipo comodín de la AFC al perder de forma sorpresiva ante un equipo en reconstrucción como Arizona.
Varios jugadores, entre ellos el running back Jaylen Warren y el wide receiver Diontae Johnson, dijeron tras la derrota que posiblemente en Pittsburgh se confiaron al juzgar a los Cardinals, entonces con solo dos victorias, solamente por su récord.
Eso no les puede volver a suceder a los Steelers si quieren ser considerados como un serio candidato a jugar más allá de la primera semana de enero.
Y ellos lo saben.
“Tengo un rato acá, así que sé que no se puede tomar a nadie a la ligera en esta liga”, dijo el quarterback Mitch Trubisky, quien será el titular ante la ausencia de Kenny Pickett, fuera varias semanas después de una cirugía en el tobillo derecho. “He estado ya un rato acá como para saber que todos pueden ganar un día cualquiera. Así que, jugamos en jueves esta semana y va a ganar el mejor equipo”.
Últimamente ganarle a los Patriots no ha requerido lo “mejor” de sus rivales. Nueva Inglaterra ya se aseguró la peor temporada desde el primer año de Bill Belichick con el equipo en 2000, en gran parte gracias a una ofensiva que alcanzó un lugar entre la infamia de la NFL la semana pasada al perder 6-0 con los Chargers de Los Ángeles.
Los Patriots se convirtieron en el primer equipo desde que los Cardinals de Chicago de 1938 perdieron tres juegos seguidos en los que permitieron 10 puntos o menos.