JACKSON, Mississippi, EE.UU. (AP) — El Departamento de Servicios Humanos indicó esta semana que el juez debe ignorar la petición del retirado quarterback de la NFL Brett Favre, quien pidió que lo removieran de la demanda que busca recuperar el dinero de asistencia social gastado en el escándalo de corrupción pública más grande de Mississippi.
Millones de dólares que debían destinarse a residentes de bajos recursos de Mississippi —algunos de los más pobres del país— se repartieron en proyectos para ayudar a gente adinerada y con conexiones, incluyendo un proyecto apoyado por Favre, indicaron los fiscales.
No se han presentado cargos criminales contra el exjugador integrante del Salón de la Fama, aunque otras personas se han declarado culpables de ser parte.
Los abogados de Favre argumentaron que el Departamento de Servicios Humanos está demandando a Favre “una celebridad nacional y de Mississippi” para desviar la atención del papel que tuvo el departamento para permitir el fraude y presentaron dos series de documentos pidiendo a un juez del estado desestimar la demanda contra Favre.
Kaytie Pickett, abogada del departamento, respondió que los abogados de Fabre no pudieron presentar sólidos argumentos legales para retirar a su cliente de la demanda.
“La solicitud de Favre no es una moción para desestimar, es un comunicado de prensa”, dijo Picket en documentos presentados ante la corte el lunes.
El Departamento de Servicios Humanos demandó el año pasado a Fabre y más de 35 personas y negocios.
La demanda es por dinero malgastado como los 5 millones para construir una arena de voleibol, con apoyo de Favre, en la Universidad del Sur de Mississippi, en donde juega su hija. Así como 1,7 millones en desarrollar una droga para tratar conmociones y en la que Favre es inversor.
Favre regresó 1,1 millones de dólares que recibió por una conferencia en la organización sin fines de lucros de Nancy New, que gastó dinero de asistencia temporal a familias necesitadas con la aprobación del Departamento de Servicios.
En octubre Favre aseguró que no había cometido ningún delito y que había sido “injustamente golpeado” en la cobertura del malgasto.