Pase a la final de la Nations League con poco sabor y mucho drama. El juego contra Costa Rica se alargó a la tanda de penaltis luego de un juego discreto, de los más flojos en la era de Gerardo Martino.
Uriel Antuna falló su tiro, pero contó con el respaldo de todos sus compañeros. Puro sufrimiento. Un 0-0 en tiempo regular que luego pasó a un 5-4 en penaltis. También apareció el grito homofóbico.
Un inicio relampagueante que lastimosamente no le sirvió al Tricolor. Hirving Lozano, siempre el Chucky. El jugador del Napoli sacudió el sombrero y de la nada sacó un remate de tijera que Leonel Moreira atajó y luego el balón pegó en el poste. Lozano sigue manifestándose como el mejor elemento de México.
El Tricolor fue agresivo, como su quisiera resolver rápido la serie. Diego Lainez se quedó cerca tras un remate que le sacó pintura al poste derecho de Moreira. Henry Martín, como poste, fue el que le cedió el balón al jugador del Betis.
Costa Rica sintió el rigor azteca. Ronald González tuvo varias bajas y armó su rompecabezas como pudo. Era cuestión de tiempo para que México reflejara en el marcador su superioridad. Bueno, eso se sintió en el ambiente, pero no pasó.
El Tata jugó con tres centrales, Néstor Araujo, Edson Álvarez y Héctor Moreno, Uriel Antuna ocupó la banda derecha y Gerardo Aretaga la izquierda. México se sintió incomodo, le costó adaptarse al sistema y Costa Rica, con solo Joel Campbell en punta, agradeció ese sistema para atacar.
El equipo tico arrastró peligro al área mexicana. Keysher Fuller pateó fuerte por el lado derecho, el tiro llevaba lumbre, pero Memo Ochoa lo rebotó. Esa fue la mejor oportunidad de los costarricenses.
Los golpes que recibió México, sobre todo Hirving Lozano, fue otro problema. El guatemalteco Bryan López permitió muchos roces. Francisco Calvo fue el primero en recibir la tarjeta preventiva.
Hubo un bache en el juego. Los dos equipos enseñaron sus armas y luego recularon. El Tricolor creó otra jugada que lamentablemente Héctor Herrera no concretó, de nada sirvió la pantalla que hizo Henry Martín para dejarlo solo.
Los ticos se fueron contentos al descanso.
Tata fue obstinado. Martino siguió con su misma parado y con el correr del tiempo dejó crecer a los costarricenses. Un bombazo de Héctor Herrera que paró Moreira echó para atrás a Costa Rica.
Gerardo tomó ese momento para modificar, Alan Pulido, Luis Romo y Luis Rodríguez entraron al campo. El Chaka tomó su puesto como lateral derecho y la línea de cinco terminó.
Ronald González también cambió piezas. Allan Cruz y Ariel Lassiter entraron para tratar de acompañar a Campbell.
Los elementos ticos embonaron mejor. El nerviosismo se sintió en el campo.
México no tuvo su mejor actuación. Chaka sin profundidad, Antuna con pases errados y Pulido sin balones que rematar. Tata Martino volteó a la banca y decidió ocupar a Orbelín Pineda. El Maguito fue el último as bajo la manga. Pineda ocupó el número 10 en la playera. Mucha responsabilidad con ese dígito.
Orbelín buscó de inmediato a Romo, los campeones con Cruz Azul se conocen a ojos cerrados. México no quiso penaltis. Por eso apretó. Los espacios aparecieron, pero faltó finura, calma, pases precisos.
El juego estuvo para cualquiera. El Tricolor también tuvo que cuidarse de alguna descolgada de Campbell. El jugador del León cargó con toda la responsabilidad al frente. La manera en la que protege el balón es su mejor arma.
Chaka Rodríguez fue la mejor válvula de escape, sus compañeros lo buscaron, sin embargo, Luis mostró desconfianza con pases errados. El jugador de Tigres pudo padecer falta de ritmo. Los felinos fueron eliminados en la repesca del Guard1anes 2021.
La desesperación de ambos planteles provocó un conato de bronca entre Hirving Lozano y Yeltsin Tejeda. El árbitro amonestó a los dos jugadores.
Lo peor vino enseguida. El grito que la FIFA considera homofóbico se volvió a presentar y el árbitro tuvo que detener el partido cinco minutos.
Tras el pequeño receso el juego acabó. El desenlace tuvo que ser con drama.