BUENOS AIRES (AP) — Boca Juniors y River Plate volverán a toparse en una partido decisivo el próximo domingo y las autoridades tienen un pedido especial para sus hinchas: no se junten en plena pandemia.
“No es momento de ver un partido de fútbol entre personas que no conviven, no es el momento por las próximas dos o tres semanas”, dijo el ministro de Salud de la alcaldía de Buenos Aires, Fernán Quirós, en rueda de prensa el viernes al referirse a la segunda ola de coronavirus.
Boca recibirá el domingo a su clásico rival en el estadio la Bombonera por los cuartos de final de la Copa de la Liga. Desde que se decretó la pandemia en 2020, los hinchas no pueden asistir a los estadios de Argentina.
Ante la eventualidad que los fanáticos opten por juntarse de a muchos y seguir el encuentro por televisión, el ministro Quirós recordó que “la mayoría de los contagios ocurren el lugares cerrados, mal ventilados, con gente que no convive y que se sacan los barbijos”.
Argentina acumula más de tres millones de contagios y cerca de 70.000 muertes por COVID-19. La segunda ola resultó mucho más agresiva que el brote del año pasado, con un promedio de 25.000 contagios y 400 muertes diarias.
La capital argentina y sus alrededores concentran la mayoría de los contagios.
El duelo del domingo será el sexto cruce entre Boca y River por eliminación directa en los últimos siete años. En todos se ha impuesto el conjunto millonario.
En caso de igualdad tras los 90 minutos, el duelo se definirá por penales.
Los otros cruces de cuartos de final son Estudiantes–Independiente; Colón–Talleres y Vélez–Racing.