El comisionado de la NFL, Roger Goodell, dijo a los equipos el sábado que impulsen políticas para alentar la contratación de minorías, en particular como entrenadores en jefe, y prometió investigar las denuncias de Brian Flores en su juicio por discriminación al organismo rector del fútbol americano.
“Reevaluaremos y estudiaremos todas las medidas, guías e iniciativas relativas a la diversidad, equidad e inclusión, incluso en lo relativo al género”, escribió Goodall en un memorando a los 32 clubes de la liga al que tuvo acceso The Associated Press.
Añadió que la trayectoria de la liga en la contratación de entrenadores de las minorías ha sido “inaceptable”.
Goodell dijo que la liga invitará a expertos independientes a participar de la revisión juntamente con “jugadores y entrenadores activos y retirados, defensores y otras autoridades del sector. Nuestro objetivo es sencillo: que nuestros esfuerzos y los de los clubes sean más eficaces para lograr resultados reales y tangibles”.
Los abogados de Flores dijeron en un comunicado que si bien la declaración de Goodell parece ser un primer paso positivo para enfrentar el racismo sistémico en la liga, “sospechamos que es una maniobra de relaciones públicas más que un verdadero compromiso para el cambio”.
Flores, que es negro, fue despedido como entrenador de Miami el mes pasado a pesar de dos temporadas ganadoras consecutivas. Inició una demanda colectiva contra la liga y tres equipos —los Dolphins, los Broncos de Denver y los Giants de Nueva York— alegando que las prácticas de contratación en la NFL son injustas.
La liga respondió que se defenderá de esas denuncias “carentes de mérito”, y los tres equipos nombrados también rechazaron las acusaciones.
Flores alega, en su acusación más grave, que el dueño de los Dolphins, Stephen Ross, le dijo que le pagaría 100.000 dólares por cada partido que perdiera en su primera temporada como entrenador porque quería que el equipo se “hundiera” para poder conseguir la primera contratación en el draft.