Luego de anotar 10 goles en cuatro días, Newcastle se acerca a la clasificación a la Liga de Campeones. Lo está logrando con estilo y más rápido de lo que esperaban sus dueños saudíes.
Finalizar la campaña entre los cuatro primeros de la Liga Premier parece una meta cada vez más asequible para Newcastle, que goleó el jueves 4-1 al Everton. No fue un triunfo tan enfático como el 6-1 logrado el domingo ante Tottenham, pero tampoco estuvo nada mal.
Situado tercero y con una ventaja de ocho puntos respecto de los equipos que aspiran a quedar como los cuatro mejores, Newcastle seguramente se unirá a Manchester City y Arsenal en la competencia de elite de los clubes europeos la próxima temporada.
Lo conseguirá menos de dos años después de que el fondo soberano de Arabia Saudí compró sus acciones y cambió su destino.
Manchester United es favorito para colocarse como el cuarto club inglés que participe en la próxima Liga de Campeones. Sin embargo, un colapso en el segundo tiempo del encuentro del jueves, de visita ante Tottenham, dio cierta esperanza a los perseguidores, incluidos los propios Spurs.
Silbados por sus seguidores cuando se marchaban al descanso en desventaja por 2-0, los jugadores del Tottenham se recuperaron para igualar 2-2 y recuperar algo de orgullo tras la humillación sufrida en el feudo de Newcastle.
Esa goleada marcó uno de los episodios más negros en la historia reciente del cuadro londinense. El bochorno fue tal que el equipo ofreció reembolsos para los equipos que viajaron para presenciar el duelo y destituyó al técnico interino Cristian Stellini.
Tottenham, ahora bajo las órdenes de Ryan Mason, se ubica quinto, por diferencia de goles. Es el principal perseguidor del United, colocado en el cuarto peldaño con seis puntos de ventaja, cuando restan siete fechas.
“Lo de la semana pasada fue inaceptable”, dijo Son Heung-min sobre el partido con Newcastle. “No queríamos repetir eso, y lo lamentamos de verdad, por la actuación y el resultado”.
Son completó la remontada con un tanto a los 79 minutos.
La batalla por evitar el descenso está incluso más apretada, aunque el colista Southampton parece condenado, luego de sufrir un revés desalentador ante Bournemouth, su rival de la costa sur.
Ello dejó a los Saints, quienes militan en la Premier desde 2012, a seis puntos de la zona de seguridad, con cinco cotejos por disputar.
Everton es penúltimo, tras la zarandeada ante Newcastle, y sólo ha ganado uno de sus últimos 10 compromisos bajo las órdenes de Sean Dyche, cuyo nombramiento no ha tenido el efecto positivo que muchos esperaban.
Viene un gran partido el lunes, ante el antepenúltimo Leicester. Sólo un punto separa a ambos equipos. El que pierda, quedará sumamente comprometido.