El cantante Cody Simpson había sido el centro de atención antes de las pruebas de natación de Australia por boletos a Juegos Olímpicos, pero el viernes los reflectores se dirigieron a una serie de publicaciones en redes sociales en las que Maddie Groves anunció que abandonaba la justa de seis días y condenó a los “pervertidos misóginos” en el deporte.
Groves no ofreció detalles de sus acusaciones, que empezaron a surgir el año pasado, y el presidente de la Federación Australiana de Natación, Kieren Perkins, dijo el viernes que estaba tratando de contactar a la dos veces medallista de plata olímpica.
“Hemos tenido un diálogo en curso que ha sido generado por Maddie a través de las redes sociales. La contactamos en diciembre de 2020 para tratar de involucrarnos en esas preocupaciones que tiene”, afirmó Perkins a la cadena de radio y televisión Australian Broadcasting Corp. “Lo hemos hecho nuevamente ahora, y desafortunadamente hasta este momento no hemos logrado tener una conversación directa con Maddie para comprender exactamente cuáles son sus preocupaciones, quiénes son las personas implicadas, a fin de que podamos investigarlo y resolverlo”.
Groves, que ganó medallas de plata en los 200 metros mariposa y en un relevo de los Juegos Olímpicos de 2016, informó que planea borrar su aplicación de Twitter después de haber publicado: “Ustedes ya no pueden explotar a jóvenes y niñas, ejercer humillación corporal o engañarlas médicamente para luego esperar que ellas los representen con la finalidad de que ustedes puedan recibir sus bonos anuales.
“Ese tiempo se acabó”, agregó
Groves publicó un mensaje en Instagram la noche del viernes en que señaló que su decisión de abandonar a la selección olímpica no se basó en un “solo incidente”.
“Se debe parcialmente a que hay una pandemia en desarrollo, pero más que nada es la culminación de años de atestiguar y ‘beneficiarse’ de una cultura basada en que la gente ignore las malas conductas para poder progresar. Necesito hacer una pausa”, detalló.
El inicio de los Juegos Olímpicos está programado para el 23 de julio tras haber sido aplazados 12 meses a causa de la pandemia de COVID-19.
“Si el iniciar esta conversación evitará que una sola niña pase por algo como ser obligada a perder peso o someterse a una dieta, el no ir a los Juegos Olímpicos habrá valido la pena”, agregó Groves.