MELBOURNE, Australia (AP) — El reloj señaló el cambio de la noche del jueves a la madrugada del viernes, y Andy Murray no se inmutó al verse dos sets abajo en el Abierto de Australia. No bajó los brazos pese a que tiene 35 años y juega con una cadera artificial. Y no importó que este fue el partido más largo de su ilustre carrera.
Su explicación fue sencilla: “Tengo un gran corazón”.
Murray y Thanasi Kokkinakis jugaron hasta poco después de las 4 de la madrugada, extenuándose durante más de 5 horas y media en un partido de la segunda ronda. El británico se impuso por 4-6, 6-7 (4), 7-6 (5), 6-3, 7-5.
“El partido tuvo altibajos. Estuvo cargado de frustración. Había tensión. Se vivió mucha emoción y todo lo demás”, dijo Murray a un grupo de reporteros congregado en un pasillo del estadio tras la 11ma remontada de su carrera para ganar un duelo tras ceder los primeros dos sets, la máxima cantidad entre los jugadores activos.
“La verdad es que fabuloso poder haber ganado el partido”, dijo. “Pero ahora mismo quiero irme a la cama. Es grandioso. Pero lo quiero es dormir”.
¿Cuán parejo fue este duelo? Murray ganó 196 puntos, Kokkinakis 192. Se combinaron para 171 puntos ganadores y 107 errores no forzados.
Saltaron a la pista el jueves y acabaron el viernes en la arena Margaret Court con una temperatura fresca de 15 grados Celsius (60 Fahrenheit) ante cientos de entusiastas espectadores.
Los que permanecieron hasta el final agitaron banderas y animaron ruidosamente, deleitándose con el esfuerzo total y el alto nivel de tenis que ofrecieron ambos hombres. Sin importar al que alentaban, todos se fueron con una memorable historia.
“Ha sido increíble toda la gente que se quedó hasta el final”, dijo Murray, campeón del US Open de 2012 y de Wimbledon en 2013 y 2016, amén de cinco veces subcampeón en Australia. “Valoro muchísimo la gente que lo hace y genera este ambiente para nosotros”.
Pero no estaba a gusto por las circunstancias y el jugar tan tarde.
“No sé a quién beneficia”, dijo Murray. “Un partido como ese, aquí estamos y de eso se está hablando. En vez del ‘épico partido Murray-Kokkinakis’ acaba en una especie de farsa”.
Fue el segundo partido al máximo de cinco sets esta semana para Murray, campeón de tres citas de Grand Slam. El británico de 35 años, que juega con una cadera artificial, eliminó a Matteo Berrettini (13er cabeza de serie) el martes.
Kokkinakis, un australiano de 26 años, es el número 159 del ránking y nunca ha superado la tercera ronda en uno de los grandes.
Increíblemente, este no fue el partido que más tarde culminó en la historia del Abierto de Australia. Un duelo de la edición de 2008 entre Lleyton Hewitt y Marcos Baghdatis terminó a las 4:34 de la madrugada, para marcar el récord en los cuatro torneos de Grand Slam.
Kokkinakis bien pudo sentenciar temprano el duelo al ganar los primeros dos sets y tomar ventaja con un quiebre de servicio en el tercero. Pero al sacar 2-0 y 40-40, el juez de silla le llamó la atención por demorarse con el servicio y perdió la concentración. Murray logró romperle el saque y el australiano reaccionó destrozando su raqueta.
De todas formas, Kokkinakis dispuso del saque con ventaja 5-3 en ese set y estuvo a dos puntos de la victoria. Pero Murray sobrevivió cuando el local definió mal de volea para eventualmente ceder en el desempate