Una de las mayores leyendas de la National Hockey League (NHL) ha partido de este mundo este lunes 30 de enero, ya que se ha confirmado la muerte de Bobby Hull a los 84 años, noticia difundida por el equipo Chicago Blackhawks, del que es considerado el primer gran ídolo y, para muchos de sus seguidores, el mejor de todos los tiempos.
Conocido como Golden Jet (Jet Dorado) por presumir una blonda cabellera y por su velocidad sobre el hielo, Bobby Hull ganó la Copa Stanley en 1961 con los Blackhawks, donde sigue siendo su máximo anotador histórico con 604 tantos.
En 17 temporadas, incluidas 15 con Chicago entre 1957 y 1972, el ícono del hockey sobre hielo jugó 1,063 partidos, anotó 610 goles y dio 560 asistencias, según el sitio web oficial de la NHL.
Fue elegido dos veces MVP de la temporada, en 1964-1965 y 1965-1966, y fue el primer jugador de la historia de este deporte en firmar un contrato por más de un millón de dólares.
Si bien su legado deportivo en la National Hockey League es indiscutible, lo cierto es que este hombre tuvo episodios muy polémicos y cuestionables en su vida personal, bien documentados por su hija en una entrevista concedida hace algún tiempo a la cadena ESPN.
«Tengo pésimos recuerdos de cómo se comportaba mi padre cuando bebía. Cuando estaba tomado, sabías que no quería estar alrededor de él. Lo vi comportarse de forma imperdonable, golpear a mi madre por su alcoholismo«, mencionó Michelle Hull, quien se convirtió en abogada especializada en casos de violencia doméstica.
De la misma manera, a Bobby Hull se le acusó de racismo por comentarios en los que se oponía a la participación de deportistas de raza negra o de otras minorías en el hockey sobre hielo. En una entrevista con la televisión rusa en 1998 mencionó que «los negros se reproducían muy rápido» y dijo que «Hitler tenía buenas ideas» aunque «se le pasó la mano un poco».
