BOGOTÁ (AP) — El ministro del Deporte de Colombia salió al paso de las versiones según las cuales su país no será coanfitrión de la Copa América que debe inaugurarse dentro de menos de un mes, en medio de las protestas sociales masivas en el territorio nacional.
“Nosotros vamos a ir hasta el final”, dijo Ernesto Lucena al insistir en que Colombia realizará el certamen sudamericano de selecciones que debe celebrar junto con Argentina del 13 de junio al 10 de julio.
La posibilidad de un eventual cambio de sede pareció fortalecerse esta semana, a raíz de los choques entre la policía y una multitud de manifestantes que quería impedir la celebración de partidos de la fase de grupos de la Copa Libertadores en las localidades de Barranquilla y Pereira.
En Barranquilla, ciudad donde se realizaría la final de la Copa América, la policía lanzó gases lacrimógenos que llegaron al estadio Romelio Martínez, durante los partidos Santa Fe-River Plate y América de Cali-Atlético Mineiro.
Hubo interrupciones en los encuentros y los jugadores e integrantes del cuerpo técnico debieron frotarse los ojos o enjuagárselos, en busca de aliviar la irritación.
También hubo desórdenes el miércoles en los alrededores del estadio de Pereira, Hernán Ramírez Villegas, donde Atlético Nacional recibió a Nacional de Uruguay.
“Me tiene muy preocupado lo que ocurrió en Barranquilla y no podemos permitir que un evento en el que vienen los mejores del continente sea permeado por actos vandálicos”, manifestó Lucena.
El sábado, la CONMEBOL trasladó a la ciudad boliviana de Santa Cruz el partido entre América de Cali y Deportivo La Guaira de Venezuela, correspondiente al Grupo H de la Copa Libertadores. Este duelo había sido reprogramado en el estadio Alfonso López de Bucaramanga ante la imposibilidad de disputarlo el miércoles en el Pascual Guerrero de Cali a raíz de las protestas que no cesan en esa ciudad desde el 28 de abril.
La CONMEBOL ya había retirado de Colombia compromisos anteriores de las copas Libertadores y Sudamericana. Los percances registrados en el regreso de la actividad de los torneos regionales a Colombia desataron en la prensa versiones de que la Copa América sería trasladada a Paraguay o Chile.
El órgano rector del fútbol en Sudamérica sostuvo en la semana una reunión, pero se sostiene hasta ahora en la idea de mantener a Colombia como sede.
“No hay ningún ultimátum”, enfatizó Lucena en una videoconferencia de prensa. “No nos han dicho que si en tal fecha no estamos (sin protestas) no vamos a tener la sede. Seguimos evaluando con los ministerios correspondientes en los dos temas más cruciales, salud y seguridad”.
Las protestas en Colombia arrancaron el 28 de abril en rechazo de una reforma tributaria. Aunque el gobierno retiró esa propuesta las marchas prosiguieron, ahora en demanda de que no haya violencia policial y de cambios en la políticas del presidente Iván Duque.
Lucena admitió que el líder de la CONMEBOL Alejandro Domínguez “obviamente tiene sus incertidumbres” sobre la situación en Colombia.
Sin embargo, el ministro consideró que la Copa América puede ser benéfica para Colombia en estos momentos.
“No politicemos la Copa América, veamos cómo el deporte es un catalizador, hablemos de lo que está sucediendo en lo social pero no tapar la realidad… necesitamos reactivar la economía a través de la Copa América”, subrayó. “Usemos la Copa América como vínculo de paz y resolvamos dudas juntos, pero hoy Colombia más que nunca, como en el 2001, necesita la Copa América”.
En aquel año, el torneo se realizó en Colombia pese a que una serie de atentados de la guerrilla lo puso en duda. Argentina canceló su participación y la selección colombiana se coronó por primera vez.
El ministro informó que sigue en suspenso la presencia de aficionados en los estadios de Barranquilla, Bogotá, Cali y Medellín para la Copa América.
“Hemos venido trabajando de la mano de Ministerio de salud, la situación de la pandemia no nos permite hablar aún de aforos. El ministerio viene trabajando para ver si es posible el tema o no”, indicó.