La era de Jaime Lozano al frente de la Selección Mexicana dejó un sabor agridulce. Si bien sacaron el empate 2-2 sobre el final contra Australia, el equipo tuvo momentos en los que hizo recordar a los procesos de Gerardo Martino y Diego Cocca.
México tardó en encontrar el buen funcionamiento, los cambios que hizo Jaime Lozano revolucionaron a un equipo que, por lapsos importantes, careció de mucha idea y de futbol, en el que los errores hicieron que se aparecieran los fantasmas del pasado.
El Tri tuvo que remar contracorriente, pues de no ser por una pifia defensiva de los australianos la historia había sido muy diferente, pero por suerte el Chino Huerta, en su debut como seleccionado mayor, aprovechó y empató.
Las jugadas a balón parado siguen siendo un gran problema para México. A los 15 minutos Johan Vásquez perdió la marca y Soutlar remató sin problemas para doblegar a Ochoa.
Al equipo del Jimmy le costó tener reacción, Santi Giménez, que carga con mucha presión, falló un penal que pudo ser el empate, y al poco tiempo de eso Australia marcó el segundo con cobro desde los 11 metros de Boyle.
Lozano, desde la banca, no tuvo más que revolucionar el equipo con los ingresos de Huerta, Raúl Jiménez y Jordi Cortizo, jugadores que están atravesando por un buen momento en sus clubes y que se convirtieron en el alma del equipo.
Primero, de penal, Jiménez marcó el descuento, puso toda su experiencia para mandar guardar el esférico, y luego Huerta, sobre el final, empató los cartones con un riflazo imparable.
México tiene mucho que mejorar en este proceso que recién comienza, el próximo martes tendrá una nueva oportunidad contra una selección que en el papel es mucho más débil, como es Uzbekistán, y ahí a tomar confianza.