Los goles, ambos con disparos lejanos, de Leo Messi y de Achraf Hakimi enderezaron el rumbo del París Saint Germain en su compromiso frente el Toulouse, que tomó ventaja al inicio del duelo pero que no pudo contrarrestar el talento del campeón, a pesar de sus numerosas bajas (2-1).
El conjunto parisino pudo sumar su segundo triunfo seguido en un partido resuelto a golpe de golazos, desequilibrado por el anotado por Messi, con un zurdazo, quieto, en la media luna, que superó como un rayo al portero visitante. Fue a la hora de partido cuando el campeón del mundo desniveló por fin el duelo.
Porque tuvo que remangarse el cuadro de Galtier para sacar adelante la visita del Toulouse, un conjunto anclado en la parte baja de la tabla pero que disfruta de su mejor racha de la temporada y que ha dejado atrás la amenaza de descenso.
Y es que la primera y casi única ocasión que tuvo el once de Philippe Montanier la aprovechó. En un golpe franco, desde fuera del área, perfectamente ejecutado por Branco van den Boomen, a los veinte minutos.
Fue una genialidad de Messi la que descosió el encuentro al final. En el minuto 58. Achraf otra vez con el balón en busca de un compañero. En la media luna esperaba Messi, estático. Recogió la pelota con un zurdazo certero que se coló por el lado derecho de Dupe.
Con el marcador ya en contra, el Toulouse careció de alternativas para poner en peligro la victoria del PSG. Pudo ser más amplio, con más desahogo, el triunfo de un París Saint Germain que eleva su ventaja a ocho puntos respecto al Marsella, segundo en la clasificación, que el domingo recibe al Niza.