Real Madrid había encontrado la forma de neutralizar al Manchester City sin necesidad de quitarle el balón y con un golazo de Vinicius Jr. tenían una ventaja que no supieron cómo ampliar y lo pagaron muy caro con un empate 1-1 en la Ida de las Semifinales de la Champions League.
El City apostó a la posesión de balón, a jugar con Grealish y Bernardo Silva desenvolviéndose por las bandas mientras Erling Haaland esperaba su oportunidad para seguir celebrando goles. Sin embargo, el Madrid supo controlarlos y esperó pacientemente su momento de hacer daño.
Y es que los Merengues eran capaces de hacer daño con muy poco tiempo de posesión de balón, ya fuera aprovechando errores como la jugada de los 24 minutos cuando Vinicius robó el balón o simplemente esperando un contragolpe.
Y la jugada se dio a los 36 minutos tras una jugada que inició Camavinga, quien se lució gran parte del juego con sus recorridos de 50-20 metros. El punto es que de sus pies nació el pase final para Vinicius que lanzó un potente disparo el 1-0.
Con la ventaja en el marcador, las marcas se cerraron aún más para los Citizens. Sin embargo, el mérito del conjunto inglés fue la paciencia y su apego al plan de partido con el control del balón en espera de una jugada de gol.
Así llegaron dos jugadas importantes y las dos fueron con un disparo de Kevin de Bruyne. El belga tuvo un mano a mano que desvió Courtois (por cierto hasta le dolió la mano de la fuerza del tiro). La segunda fue el gol con un disparo desde afuera del área que fue imposible de detener.
Solo quedarán dos polémicas en el partido y ambas fueron por supuestas manos de defensas del Manchester City, la más clara fue una jugada en la que Vinicius mandó un disparo para Stones, quien habría cometido un penal que el árbitro Artur Días no quiso marcar ni revisar en el VAR.
Sobre el final, el Real Madrid intentó sacar la ventaja, incluso Tchouameni logró un disparo que fue atajado por el arquero belga en otra de esas jugadas que merecían terminar en gol.
