Tan solo tres vueltas confirmaron que el piloto de Ferrari Charles Leclerc tiene el potencial para ser un candidato al título de la Fórmula Uno con miras al Gran Premio de Arabia Saudí este fin de semana.
Desde luego, el astuto piloto monagesco salió victorioso en Bahrein, en el inicio del campeonato el pasado domingo, con mucha categoría, desde la pole y fijando la vuelta más rápida.
Pero lo sobresaliente fue cómo respondió en el mano a mano con el actual campeón mundial Max Verstappen — su rival desde que eran pilotos de karts — y emergió triunfal.
Verstappen le rebasó tres veces en las vueltas 17, 18 y 19, pero Leclerc derrochó aplomo, control y agresividad para recuperar el liderato en cada ocasión.
No entró en pánico, a pesar del desafío que tenía en frente. Leclerc quedó como líder del campeonato con 26 puntos, escoltado por su compañero Carlos Sainz Jr. con 18.
“Estamos en la pelea por el título, es sensacional”, dijo Leclerc. “Los dos estamos muy felices de tener un monoplaza capaz de ganar. Y desde luego que vamos a pelear por ello”.
Ferrari no había ganado una carrera desde la victoria de Leclerc en Monza, el circuito de casa de la escudería italiana, en 2019, el año en el que comandó la cuenta de poles de la F1, por 7-5 sobre Lewis Hamilton.
Pero Ferrari se sumió en una crisis de resultados en 2020.
Leclerc quedó octavo en la clasificación general y Sebastian Vettel 13ro. La orgullosa Ferrari se hundió en el sexto lugar del campeonato de constructores, 442 puntos detrás de Mercedes.
El rojo brillante de Ferrari ha vuelto a captar miradas, pero el jefe del equipo Mattia Binotto piensa que Red Bull está un paso adelante.
“Siguen siendo los favoritos”, dijo.
Pero Verstappen tiene que revertir una desventaja de 26 puntos frente a Leclerc.
El fiasco de Red Bull en Bahrain les dejó con las arcas vacías. Verstappen y Sergio Pérez marchaban segundo y cuarto cerca del final, pero terminaron abandonando por problemas de potencia.
Nadie anticipan un arranque tan aciago, pues Verstappen había sido el más rápido en los ensayos de pretemporada.
El neerlandés estuvo muy irritado en Bahréin, expresando sin tapujos su frustración por medio de la radio, especialmente cuando se le instruyó que frenase en las vueltas posteriores a un repostaje al considerar que tenía la capacidad de rebasar a Leclerc.
Verstappen se expresó más diplomático en la previa a la carrera del domingo, otra que se disputará en horario nocturno.
“El pasado fin de semana fue muy duro de asimilar para todos nosotros”, dijo. “Ganamos y perdemos como equipo y vamos a volver más fuertes”.
El circuito de 6,18 kilómetros (3,83 millas) en Yeda alberga una carrera de la FA por apenas segunda vez, unos cuantos meses después de la penúltima válida de la pasada temporada.
Con los Mercedes lejos de su mejor nivel, todo apunta a otra pulseada entre Ferrari y Red Bull en la clasificación. Como ocurrió el sábado pasado, cuando Leclerc superó a Verstappen para conseguir la décima pole de su trayectoria en la F1.
“Es una pista muy rápida, con rectas de alta velocidad”, dijo Verstappen. “Estoy muy entusiasmado por competir… creo que lo voy a disfrutar”.
Quizás no en el caso Mercedes.
El equipo de Hamilton y George Russell está padeciendo problemas de peso y aerodinámica — ‘porpoising’ en la jerga de la F1. Es algo capaz de hacer saltar el coche cuando ruedan.
“Quedamos terceros detrás de Ferrari y Red Bull (en Bahrein) en cuanto a velocidad”, dijo el jefe de Mercedes Toto Wolff. “Si uno analiza el orden jerárquico actual, se antoja muy complicado que se nos vea como aspirantes”.
