Ya casi estaba todo escrito sobre Lionel Messi y su coronación en Qatar 2022. Pero faltaba alguien muy importante: Hernán Casciari. Argentino, escritor, migrante, que ya le había dedicado el relato Messi es un perro. Ya entonces lo había definido como un futbolista único en su tiempo. Pero ahora fue más lejos. Reconstruyó su vínculo emocional, y el de tantos argentinos radicados en Barcelona cuando Messi era un adolescente.
Casciari leyó un nuevo relato, La valija de Lionel, durante el programa de radio de Andy Kusnetzoff.
En todo el recorrido narrativo, Casciari desentraña el camino de golpes, singularidades lingüísticas, y extrañezas que Messi protagonizó hasta llegar a lo visto el domingo. «La humanidad entera deseaba el triunfo de Lionel Messi con tanta fuerza.
Porque nunca nadie había visto en la cima del Mundo a un hombre sencillo, a un tipo cualquiera.
Y ayer, 20 de diciembre, como cada año, Messi vuelve de Europa para pasar la Navidad con su familia en Rosario.
Como siempre. Sus costumbres no cambian, lo único que cambia es lo que nos trajo en la valija», se lee en la parte más emotiva del texto, que saldrá publicado íntegramente en febrero de 2023, en la revista Orsai, que dirige Casciari.
Y Messi lo escuchó y le mandó un mensaje a Kusnetzoff. “Te quería mandar este audio porque estaba acá, nos levantamos con Anto. Estábamos tomando mate, me puse a mirar un poquito de Tik Tok.
Lo de Hernán, lo que escribió, lo que contó, la verdad que fue impresionante.
Nos pusimos a llorar los dos porque es algo muy cierto todo lo que cuenta. Y nada, quería mandarles un saludo a los dos, agradecerles, y decirles que lo escuchamos, nos emocionamos, nos hicieron llorar. Quería que lo sepan. Les mando un abrazo grande para todos, y gracias otra vez”.
El audio de Messi le fue mostrado a Casciari, que no podía contener las lágrimas de emoción.
Messi al fin está en paz. Con todos, pero está en paz consigo mismo. Es Messi, el campeón de todo, el Rey del Mundo. Pero es Messi, el niño rosarino que algún día ilusionó a un escritor. Y hoy ese escritor le ha devuelto la pared. La calma reina y las lágrimas siguen cayendo.